La escena que vive una oyente de Carlos Herrera en un tanatorio que le causó un trauma: su primo se ve obligado a intervenir
Es el testimonio de una 'Fósfora' que responde al tema del día en el 900.50.60.06

La escena que vive una oyente de Carlos Herrera en un tanatorio que le causó un trauma: su primo se ve obligado a intervenir
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Llega el momento de hablar con nuestros 'Fósforos'. En el 900.50.60.06, nos responden al tema del día que les planteamos. Hablamos con ellos sobre los lugares en los que se han quedado encerrados. O algún conocido que haya vivido una anécdota particular al respecto.
El primer 'Fósforo', llamado Pepe, relata que su mujer tiene una fobia tremenda a los ascensores. Un día, se montó con él... y no había problema. También la acompaña a trabajar. Pero un día, que fue a recogerla, le dijo una compañera que su mujer se había quedado encerrada en el ascensor. Al abrir las puertas, "ahí estaba mi mujer, entre planta y planta. Me dijo que no le pasaba nada y que estaba bien. La altura era exagerada. Con una silla que había por allí en el incendio. Con un pie sujetando las puertas y con la otra mano tirando de ella".
"se quedó encerrado una persona en el baño de chicos"
La sacó totalmente tumbada y, al salir, su mujer no quería ni hablar. Decía que le temblaban hasta los dedos de los pies. "Ahora sigue subiendo en los ascensores. Pero confía que yo sigo estando para rescatarla".

Persona ciega leyendo braille con el dedo en el panel del ascensor
Inmediatamente después, charlamos con Ana. Esta oyente afirma que dejó, sin querer, encerrada a una persona. Trabajaba en un centro especial de empleo. Su jefe le dio las llaves y le dijo que "cuando sean las 8, que me fuese. El jefe me dijo: 'mira por todas las aulas para que la gente se marche'. Entré al baño de chicas. Pero al baño de chico, no entré. Toqué la puerta. Nadie contestó".
Se fue con su marido a hacer la compra. Resulta que en el baño de chicos se quedó un hombre "que era sordomudo. Claro, no me escuchó".
María Jesús nos cuenta la anécdota que vivió. Cuando murió su tía Carmen, fue al tanatorio. Estaba muy nerviosa. Se metió al cuarto de baño, cerró la puerta, y al abrirla no podía. Pidió ayuda. "Creo que mi primo se dio cuenta y ya al final, mi primo me pidió que no tocase la puerta. Pegó un trompazo, la puerta se abrió. Ya decidí no volver a ningún tanatorio". Y, ahora, cuando va al baño deja "la puerta siempre abierta".
"EMPECÉ A CORRER Y DAR GOLPES EN LA PUERTA. MI PROFESORA ME OYÓ"
Zaira es la siguiente 'Fósfora' que relata su historia. Dice que ella se quedó encerrada durante su época en Primaria. Todavía se acuerda. Tardaba mucho en recoger y recuerda una clase en Religión. De repente, oyó como echaban el pestillo "y empecé a correr. Mi profesora me oyó y de repente, abrió".
Juan Luis se quedó atrapado cuando era un niño. Estaba en el pueblo, hace ya muchos años, estaban metiendo alcantarillado nuevo. Y se les ocurrió entrar a gatas. Iban justitos. La forma de dar la vuelta era girarnos. Y se quedó atrapado. Al final, acabó con las rodillas destrozadas.
Óscar es un 'Fósforo' que tenía un pub plagado de gente. La gente, a las 4 de la mañana, ya estaba contenta. Total, cerró la persiana de la calle de atrás "y me crucé con mi hermano. Lo vi con el mando en la mano. Había cerrado la puerta de delante, con el pub lleno. Entraron en pánico, aporreando la persiana".

Pub, imagen de archivo
Por último, recogemos el testimonio de Beatriz. Ella se ha quedado atrapada tres veces. La primera, de niña. En la boda de sus tíos. Fue al baño y se quedó encerrada y tuvieron que rescatarla. El segundo. Entró a la Catedral de su pueblo, Ciudad Rodrigo en Salamanca. El caso es que "en una de las capillas fui a poner una velita para que me echara una mano en la Selectividad. Cuando iba a salir, habían cerrado la Catedral".