Carmen: "Mis hijos tenían prohibido hablar inglés en la mesa y vivimos en California durante 45 años"
El programa 'Herrera en COPE' recoge los testimonios de varios oyentes sobre las reglas del hogar, desde fregar los platos a no usar el móvil por la noche

Escucha 'la hora de los Fósforos' de este miércoles 26 de noviembre
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El programa Herrera en COPE, en su sección 'La Hora de los Fósforos', ha abierto el debate sobre un tema universal: las normas del hogar. Conducido por Alberto Herrera, el espacio ha recogido los testimonios de varios oyentes que han compartido las reglas, a veces sorprendentes, que rigen la convivencia en sus familias.
El caso más llamativo ha sido el de Carmen, una oyente que relató su experiencia tras vivir 45 años en California. En su casa, las reglas eran firmes y buscaban preservar las raíces, explicando que sus hijos "no se podían sentar a la mesa con camiseta sin manga, tenían que tener media manga".
Pero la norma más contundente era la lingüística, ya que, aunque entre ellos hablaban inglés constantemente, en la mesa estaba vetado. "Tenían prohibido hablar inglés en la mesa", sentenció Carmen, una regla que implantó junto a su marido para mantener vivo el español en casa.
Del fregado a los móviles
Otra de las normas ingeniosas la compartió Mariluz, quien solucionó el debate sobre quién presidía la mesa y fregaba los platos. "Yo presido, pero yo también friego todos los días", explicó sobre su antigua costumbre, hasta que propuso una solución rotatoria: cada día uno preside la mesa y, a cambio, se encarga de fregar.

Mujer lavando platos
Las manías personales también se convierten en ley, como en el caso de Graciela, de Mallorca, que obliga a limpiar los zapatos antes de guardarlos.
Por su parte, Antonio contó que en su casa, con dos hijas de 19 años, los móviles "duermen todas las noches en el comedor" para evitar distracciones nocturnas.
Incluso hay normas que se mantienen con los hijos ya adultos, como compartió Manuel. Este oyente de Torremolinos relató cómo hace volver a sus hijos, de 40 y 50 años, si no han hecho la cama al visitarle, una costumbre que, según él, arrastran desde pequeños.
la reflexión de antonio agredano en sus 'crónicas perplejas'
Sobre este mismo asunto reflexiona el escritor Antonio Agredano en sus 'Crónicas perplejas'. Partiendo de la base de que "es obligación de todo hijo ser un desastre", Agredano expone su transformación personal. El paso del tiempo le ha llevado de ser un adolescente rebelde que sentía "esa rebeldía hueca" a ser el padre que ahora riñe a sus hijos. "Y descubro que no soy tan diferente de mi padre", confiesa, al verse imponiendo las mismas normas que un día detestó.

Antonio Agredano
Agredano reconoce que, al regañar a sus hijos, a veces tiene que "aguantarse la risa" porque se ve a sí mismo en ellos. Sus excusas y torpezas son un espejo de su propia infancia. Esta experiencia le lleva a ser inflexible con normas como apagar la videoconsola, con el objetivo de enseñarles que "la vida no es fácil" y que valores como el orden son necesarios para que no se "sepulten muchos talentos".
El autor concluye que madurar implica entender que "las normas también son cuidados" y que "somos lo que aprendimos en casa". Frases que antes escuchaba, como "esta habitación es una leonera", ahora las pronuncia él. Para Agredano, el crecimiento personal también consiste en aceptar aquello que se hizo a disgusto, comprendiendo que "tanto amor hay en lo que se permite como en lo que se prohíbe", a pesar de los enfados que pueda generar en el momento.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.




