María Luisa Cabañero, la primera mujer bombero en España: "Si el fuego dice de comerte, te come. Igual que el viento. Hay que respetar las fuerzas de la naturaleza; nosotros no somos nadie a su lado"
Es la 'Historia del Día' que nos trae María José Navarro

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Hace unos días, María Luisa llevó churros al turno. Su guardia había comenzado como todas las que coinciden con día de celebración. Comieron los que salían y los que entraban. A mediodía hizo arepas a sus compañeros.

María Luisa Cabañero, primera mujer bombero de España
Y después María Luisa Cabañero, la primera mujer bombero en España, colgó el casco. 38 años apagando fuegos en Puertollano, su ciudad, Almadén, Ciudad Real. Una mujer en un mundo de hombres en el que apenas recuerda problemas.
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María Luis ha vivido todo este tiempo con templanza, sin nervios, confiando en su forma física, una extraordinaria nadadora que acabó usando el agua de otra manera.
María Luisa siempre recuerda a la otra mujer que la acompañó en eso de ser la primera. Una bombero que aprobó la oposición a la vez, pero que murió en un accidente de tráfico.
María Luisa Cabañero acabó estos últimos días salvando a una familia de un incendio. Una extraordinaria firma final para una carrera on fire. Es que si no lo digo, reviento.
EL PEOR DÍA DE TRABAJO DE MARÍA LUISA
En su testimonio para COPE Ciudad Real, al ser preguntada por su peor día, María Luisa ha señalado la explosión de Repsol en Puertollano. Curiosamente, su angustia no provino del peligro, sino de la impotencia: "Me sentía un poco inútil". Se encontraba de baja maternal y le frustraba no poder estar allí para ayudar: "Yo sabía que todos mis compañeros estaban allí, y sabía los momentos realmente angustiosos que también ellos estaban pasando".
A pesar de abrir camino para otras mujeres, Cabañero rechaza la etiqueta de icono feminista. "Para nada", ha sentenciado, explicando que se presentó a las oposiciones porque le parecieron "factibles" y suponían un reto personal. "No lo hice con la intención de ser la primera", ha insistido.

Imagen de archivo de un incendio forestal
Como decíamos, se ha enfrentado a situaciones muy complicadas que no olvidará, como el rescate de un niño en un incendio. "Cuando llegamos, nos dijeron que no había nadie dentro. Pero entonces, oímos llorar a un niño y lo tuvimos que empezar a buscar, y estaba debajo de una cama", explica. A pesar de la dureza de momentos como ese, siempre se ha sentido integrada y reconocida por sus compañeros, con los que ha trabajado mano a mano durante casi cuatro décadas.
Además de su lucha contra el fuego, María Luisa es una apasionada del agua y el aire. Su espíritu aventurero la ha llevado a ser la primera persona en realizar la doble travesía del estrecho de Gibraltar sin neopreno, a ganar una medalla de bronce en el mundial de 3.000 metros en aguas abiertas y a ser piloto de globo aerostático. "Siempre digo que hay que jugar con los elementos respetándolos siempre, pero no teniéndole miedo. Ni al fuego, ni al agua, ni al aire", sentencia, resumiendo una filosofía de vida que ha aplicado tanto dentro como fuera del servicio.




