María Luisa Cabañero, la primera mujer bombero de España, cuelga el casco tras 38 años de servicio: "No me siento como un icono feminista"
La primera mujer en unirse al cuerpo de bomberos repasa su trayectoria y sus inicios en una profesión dominada entonces por hombres

Entrevista con María Luisa Cabañero
Ciudad Real - Publicado el - Actualizado
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María Luisa Cabañero, la primera mujer bombero -así le gusta llamarse- de España, cuelga el casco tras 38 años de servicio. En una entrevista en Herrera en Cope Ciudad Real, la pionera, que se jubila el próximo 30 de diciembre, ha recordado su ingreso en el cuerpo el 1 de julio de 1987, cuando solo tenía 21 años.
Una mujer en un mundo de hombres
Cabañero, natural de Puertollano, ha explicado que accedió al puesto en el Consorcio Provincial de Servicios de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamento de Ciudad Real (SCIS) tras superar una oposición con 135 plazas y un curso de cuatro meses. Aunque era un entorno masculinizado, ha asegurado que no tuvo "ningún problema" con sus nuevos compañeros, ya que se conocían de los meses de formación: "Ya más o menos todos sabíamos quiénes éramos todos".
Sin embargo, sí ha rememorado un incidente con uno de los bomberos veteranos, quien le espetó que no convirtiera su presencia en un espectáculo. Ante ello, ella dejó claro que había superado "una oposición de bombero" y que era "una más", un momento que, según ha contado, zanjó cualquier problema futuro.
Respeto, nunca miedo
A lo largo de sus casi cuatro décadas de carrera, ha aprendido a gestionar el peligro. "Al fuego no hay que tenerle miedo, pero hay que respetarlo", ha afirmado en la entrevista. Cabañero extiende esta filosofía a los cuatro elementos de la naturaleza, ya que, en sus palabras, "nosotros realmente no somos nadie a su lado".
Al fuego no hay que tenerle miedo, pero hay que respetarlo"
El día más amargo: la explosión de Repsol
Al ser preguntada por su peor día, ha señalado la explosión de Repsol en Puertollano. Curiosamente, su angustia no provino del peligro, sino de la impotencia: "Me sentía un poco inútil". Se encontraba de baja maternal y le frustraba no poder estar allí para ayudar: "Yo sabía que todos mis compañeros estaban allí, y sabía los momentos realmente angustiosos que también ellos estaban pasando".
A pesar de abrir camino para otras mujeres, Cabañero rechaza la etiqueta de icono feminista. "Para nada", ha sentenciado, explicando que se presentó a las oposiciones porque le parecieron "factibles" y suponían un reto personal. "No lo hice con la intención de ser la primera", ha insistido.
Ahora, ante su inminente jubilación, María Luisa Cabañero mira al futuro con optimismo y ganas de emprender nuevas actividades. "En la vida hay tantas cosas que hacer que no he hecho, pues tendré que ir haciéndolas", ha concluido.
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