Javier, geógrafo de Cáceres: "Las rocas hablan por las huellas que dejan, por los seres vivos fosilizados que están ahí y por el tamaño de los minerales que la componen"

El subdirector del geoparque Villuercas Ibores Jara, en Cáceres, nos habla en 'Herrera en COPE' del patrimonio geológico único que tiene la zona y que permite viajar en el tiempo para conocer cómo era la Tierra hace millones de años

Fotografía recurso de fósil

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Fotografía recurso de fósil

Paola Albaladejo

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La formación de un fósil es un evento tan improbable que casi roza el milagro. Así lo ha explicado el geógrafo y subdirector del Geoparque Villuercas Ibores Jara, Javier López, en el programa 'Herrera en COPE'. Este rincón de la provincia de Cáceres se ha revelado como una mina geológica, con un patrimonio excepcional que atrae a visitantes de todo el mundo y que permite descifrar la historia más remota del planeta.

Ventanas a un mundo desaparecido

El geoparque, reconocido por la UNESCO, contiene algunas de las rocas más antiguas de la península Ibérica, de hace 550 millones de años. Javier López distingue entre dos tipos de vestigios: el fósil, que es el "resto petrificado de un ser vivo", y el ignofósil, que es la huella de su actividad, "lo que todo el mundo tiene en la cabeza cuando ve una huella de dinosaurio". En la zona, los protagonistas son los trilobites, pequeños animales marinos que los niños de la comarca conocen bien.

Este viaje al pasado se puede experimentar en lugares tan singulares como el Monasterio de Guadalupe, asentado sobre estas rocas milenarias. "Cuando van los geólogos miramos al suelo y vemos los amonites, que son fósiles marinos de hace 300 millones de años", señala López. La riqueza es tal que, según el experto, en el geoparque es posible "en un metro de un paso, andar 50 millones de años en la historia de la tierra".

Un clima de extinciones masivas

Los especialistas son capaces de interpretar el pasado porque, como afirma el geógrafo, Las rocas hablan. Lo hacen a través de "las huellas que dejan, por los seres vivos fosilizados que están dentro de esas rocas, hablan por el tamaño de los minerales que las componen". Gracias a este lenguaje, hoy se sabe que hace 400 millones de años, este rincón de Cáceres era "un fondo marino de aguas someras, donde la vida era posible".

Fósil humano

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Fósil humano

Ese periodo, conocido como Ordovícico, terminó de forma abrupta. Las rocas del geoparque muestran evidencias de una glaciación por debajo del Sáhara que provocó una extinción masiva en la que desaparecieron el 60% de las especies. Ha sido una de las cinco grandes extinciones que ha sufrido el planeta a lo largo de su historia y que han quedado registradas en la piedra.

Geología como motor de desarrollo

El objetivo del geoparque va más allá de la investigación. Se busca que este conocimiento "llegue a los colegios, que los niños y las niñas sepan por qué su geoparque es único en el planeta". Este valor geológico se ha convertido en un producto turístico que impulsa el desarrollo sostenible, el empleo y las empresas en la región, un territorio que, además, cuenta con cinco denominaciones de origen y una gastronomía espectacular.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.

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