Esta semana, nos ha llamado especialmente la atención un estudio realizado en Alemania por la aseguradora Barmer, sobre los dientes de tiza, un problema que se suele dar en niños y adolescentes, y que al parecer, podría estar causado por los antibióticos.

El informe investigó la administración de estos medicamentos a niños con y sin dientes de tiza, y concluyeron que niños con dientes dañados han recibido durante los primeros cuatro años de vida alrededor de un 10% más de antibióticos que niños sin este síndrome.

De acuerdo a este informe, cerca del 8 por ciento de todos los niños de entre seis y doce años padecen este problema dental. Además, las niñas sufrirían este problema con algo más de frecuencia que los varones.

Pero, ¿qué son los dientes de tiza? La doctora Paloma Planells, es profesora titular de odonto-pediatría de la Universidad Complutense de Madrid, y dirige una especialidad de niños con necesidades especiales: “Esta denominación es curiosa, porque es relativamente nueva. Al principio les llamábamos “dientes de queso”, y es un problema que afecta a los primeros molares permanentes y en los dientes más frontales, por eso es algo importante”.

“Es un problema que produce un gran detrimento en la persona que los padece. Estos dientes son de muy mala calidad, tienen el esmalte mal formado y los dulces, las caries... pueden llegar a destruir el esmalte. Es un diente poroso que deja las capas de dentro más visibles, y hacen que el diente sea más frágil”, nos cuenta la doctora, que también ha explicado que es muy difícil tratar esta enfermedad porque aún no se ha encontrado una solución a largo plazo.