El murciélago, un animal que hasta hace poco pasaba más que desapercibido, se ocupaba de plagas, vive en el campo, y que en los últimos meses ha ganado mucho protagonismo por ser el principal sospechoso de la transmisión del virus que está presente en todas las ciudades, es la materia de estudio de Jordi Serra – Cobo, Ecoepidemiólogo experto en murciélagos.

Están presentes en la sociedad y en la naturaleza: “Son muy necesarios porque regulan muchas cuestiones en los sistemas naturales, entre ellas, las poblaciones de insectos, algunas que incluso provocan plagas forestales. Tienen una función clara en la naturaleza”.

Se ha dicho de ellos que propagan muchas enfermedades, entre ellas, la rabia: “Hay muchos tipos de virus de la rabia. El virus de la rabia que propagan los murciélagos es difícil que lo propaguen a los humanos. Son animales que ejercen funciones muy importantes. No es un animal peligroso, mucho menos las especies que viven en nuestro país. Los vampiros, por ejemplo, comen sangre, mientras que los que viven aquí comen insectos. Al morder y chupar sangre, pueden propagar enfermedades, pero estos solo viven en el continente americano. No pueden asentarse en Europa porque son de climas tropicales” ha comentado el experto.

Nosotros tenemos nuestra parte de la culpa, como ha señalado Jordi Serra – Cobo: “Lo que está sucediendo desde principios del siglo XXI es debido a cambios que estamos realizando, a nivel ecológico, de nuestra relación con los sistemas naturales, o cambios de que cada vez nos movemos más y podemos dispersar las enfermedades. Como todos los animales, los murciélagos han tenido virus. La culpa no es de los murciélagos, sino de nuestro movimiento. Se amplifica porque cada vez somos más. Al ser tantas personas en Wuhan, el contagio fue rápido y masivo. Y la comunicación de Wuhan con el resto del mundo facilita que se disperse a nivel mundial”.

El foco se ha puesto en los murciélagos, “pero tiene que haber habido una especie intermediaria. Una especie contagiada por el murciélago que nosotros hemos consumido. Es difícil que un virus que tiene un murciélago se haya pasado directamente a un humano. Esa especie intermedia tiene que ser una especie que esté intermedia entre los murciélagos y el humano”.

“Creo que el contagio debe haber sido por ingesta. El pangolín no es la especie intermedia, es muy complicado, está descartado” ha dicho el experto en murciélagos.

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