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Actividad política en ebullición. A seis días del pistoletazo de salida de la campaña electoral, los mítines están a todo meter porque la Semana Santa cae en medio y restará más de siete días a la atención de los votantes. La Razón analiza hoy los índices de participación y señala que la intención de Pedro Sánchez al convocar de esta manera tan extraña las elecciones es exactamente desmovilizar al votante de la derecha, que, aparentemente, está más motivado en esta ocasión que el de la izquierda. La referencia de los estrategas de Moncloa es Andalucía, donde la izquierda se abstuvo en 700.000 casos y la derecha consiguió movilizar a 350.000 electores que se abstendría.

Las encuestas de NC Report para La Razón confirman esta previsión. PP, C's y Vox sumarían 1.100.000 votos más que en las generales de 2016, mientras que PSOE y Unidas Podemos contarán con casi un millón de votos menos que en 2016. Todo apunta a que el PSOE va a ganar, y la división de la derecha es el dato que perjudica a este bloque, que está muy motivado. Justo por este motivo la derecha desearía una participación de entre el 67 y el 68% del electorado que significaría menos voto de izquierda y el PSOE intenta una participación superior al 70% de manera que el máximo de los suyos participe. El que acudan o no las personas a las urnas, determina buena parte de los aspectos más inciertos de estos comicios.

Entretanto, España sigue histriónica y exagerada. En Cataluña es noticia la guardia de corps que se ha fabricado Torra. No me extraña que el president esté en su nivel de popularidad más bajo. Un mosso completamente independentista, Marc Caparrós, está seleccionando una cohorte de fanáticos del régimen con la mejor formación, entre 150 y 270 hombres que se formarán para escoltar a su líder y eventualmente también a Carles Puigdemont en Waterloo. Da cosa de idea de la valentía de estos hombres y lo mismo se esconden en el maletero de un coche que huyen al extranjero.

Otro momento friki ha sido la proyección en Madrid de una imagen enorme durante una hora y media de propaganda sin firma-prohibido por la Junta Electoral- en la Plaza Mayor. Una filmación realizada por una empresa de eventos que dice desconocer a su cliente, proyectó sobre la fachada de la Casa de la Panadería una copia de los papeles de Bárcenas y una imagen de Sánchez y Rivera dándose la mano. La proyección no estaba anunciada y exige permisos del Ayuntamiento de Carmena, concretamente del Distrito de Centro.

Preguntado el concejal Jorge García Castaño, ha contestado que desconoce todo sobre el asunto y que es la primera noticia que tenía. Naturalmente las imágenes se han hecho virales y retuiteadas, por ejemplo, por Juan Carlos Monedero que escribe: “La Plaza Mayor de Madrid gritando verdades”.

Entretanto, los policías nacionales, encabezados por su sindicato JUSAPOL, se manifestaron ayer denunciando los insultos de Julen Arzuaga, de Bildu, en el Parlamento Vasco, que les llamó nazis y asquerosos. Dirigentes de C'S, PP y VOX arroparon el desfile de los agentes.

Esperanza Aguirre ha pedido al centro-derecha que se agrupe de nuevo, como ocurrió con UCD o PDS bajo las siglas del PP, Aznar -que lo consiguió en su día- pide el voto al PP de toda la derecha para maximizar los resultados e impedir el triunfo del PSOE en lo que considera un momento grave para España.

En Sevilla, Pedro Sánchez, que reunió menos seguidores de lo esperado y agitó el miedo a la derecha. Pidió escaños para que lo logrado en diez meses con 84 diputados se multiplique.

Pablo Casado, muy duro con la colaboración entre Otegi y Bildu ha prometido la libertad de enseñanza en España, la extensión de la concertada y el fin de los distritos y limitaciones escolares.

Rivera subrayó la batalla contra el PNV y el PSOE y la ley aprobada para investigar supuestas torturas de las Fuerzas y Seguridad del Estado.

Abascal protagonizó un sonado mítin en Leganés, localidad cercana a Madrid muy poblada. 10.000 personas acompañaron al líder de VOX que invocó incluso a los votantes del PSOE a sumarse a su partido.

Pablo Iglesias, echado al monte, asumió el discurso del separatismo catalán y habló de presos políticos.

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Nosotros seguimos con nuestro recorrido por los partidos. Ayer Juan Carlos Girauta hablaba aquí de emergencia nacional.