Alejandro, profesor de Tarragona que trabaja en Irlanda: "Un recién graduado aquí cobra unos 3.000 euros, mientras en Cataluña son en torno a 1.800"
El docente español analiza, junto a Cristina López Schlichting la fuga de talento en nuestro país y por qué resulta atractivo el sistema educativo irlandés

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Según el primer barómetro de Educación, presentado en la Universidad Autónoma de Madrid, nueve de cada diez españoles reclaman una transformación profunda de la educación en nuestro país.
Este descontento, que señala la falta de motivación, el abandono escolar y la politización como principales problemas, coincide con una creciente fuga de talento docente a otros países, donde aseguran tener mejores condiciones tanto a nivel de sueldo como de ratio en las aulas.

Clase vacía en un centro escolar
Un ejemplo es el de Alejandro Mesa, un profesor de infantil que ha encontrado en Irlanda las oportunidades que no halló en España y que ha relatado su experiencia en 'Fin de Semana', con Cristina López Schlichting.
El sueldo de un profesor en irlanda
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Uno de los motivos principales de este éxodo es el económico. Mesa explica que la diferencia salarial es notable desde el inicio: "Una persona recién graduada que consigue entrar ya en el sistema público para trabajar en una escuela primaria, está en unos 3000 euros", mientras que en comunidades como Cataluña, de donde él es originario, el sueldo ronda los 2.300 euros.
Con el paso de los años, aunque en España el sueldo aumenta progresivamente, quedo lejos de lo que ocurre en el país europeo, donde un docente puede llegar a cobrar hasta 6.000 euros, como explica este joven.
las ratios
Pero el factor más determinante, según el docente, son las ratios. "Yo trabajo en una escuela de educación infantil, en mi caso estoy con niños de 2 a 3 años, y tengo como máximo 12 alumnos en clase con 2 maestros", afirma.
Esto supone una ratio de un educador por cada seis niños, un escenario muy alejado del que se vive en España, donde "suele estar entre 15 o 20 alumnos por profesor". Esta diferencia, subraya, es clave para ofrecer una educación de calidad, ya que con veinte niños "es imposible, por mucho que quieras".
La transformación del sistema educativo
La pregunta es cómo un país como Irlanda, históricamente más pobre que España, ha logrado un sistema educativo tan atractivo. Mesa lo atribuye a una decisión estratégica: "Con sus políticas fiscales atrajeron grandes fortunas [...] y todo este dinero que han conseguido ganar con estas inversiones [...] lo han reinvertido en educación".
Esta inversión se traduce no solo en mejores infraestructuras y salarios, sino también en una apuesta decidida por la formación del profesorado.
A diferencia de España, donde según Mesa "cada dos por tres cambiamos de metodología con docentes que no se les prepara", en Irlanda y otros países de referencia la formación es continua, pagada y dentro del horario laboral.

Cuatro niños entrando en su centro escolar
Se trata de "una formación real", no de "un curso de dos días", lo que permite a los maestros aplicar con criterio pedagogías como Montessori, que pone al alumno en el centro del aprendizaje.
Un éxodo silencioso de talento
De forma paralela, en España el éxodo continúa. Mesa ha revelado que, en su escuela infantil en Dublín, los 15 profesores que forman la plantilla son españoles. Este fenómeno se repite en otros países europeos que valoran la preparación y la dedicación de los maestros españoles.
Aunque los irlandeses son "gente muy simpática, muy amable, muy educada", Mesa señala que muchos locales no quieren trabajar como maestros, ya que, pese a las buenas condiciones, no las consideran suficientes.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.