La actividad de la Obra Social San Juan de Dios es especialmente intensa en estos días de Navidad, en los que se pone el foco en las personas mayores y en las personas sin hogar.

Susana Oñoro, coordinadora de la Obra Social San Juan de Dios, ha contado que se ha advertido un crecimiento del número de personas que viven en la calle y el perfil de las personas que acogen en los albergues, que cada vez son más jóvenes.

"Lo que más nos preocupa -ha señalado S. Oñoro- es la cantidad de días sin contacto con nadie que pueden pasar algunas personas mayores en la capital; algo que agudiza la percepción de la soledad".

La Obra Social San Juan de Dios lleva 500 años trabajando para mejorar la calidad de vida de los colectivos más vulnerables de la sociedad. "El pilar fundamental de la obra de la orden los lo hermanos -ha dicho-, pero la dimensión de los proyectos no sería la misma sin el compromiso de los voluntarios, que en algunos casos llevan cuarenta años dedicando generosamente su tiempo a las personas que atendemos".

Susana Oñoro ha destacado que en los albergues de la Obra de San Juan de Dios, más que ofrecer un plato de comida o una merienda lo que quieren es dal el calor de un hogar para que los que se acercan hasta allí sientan confianza y seguridad: "El principal objetivo del equipo interdisciplinar que trabaja en los albergues es conseguir que las personas recuperen la autonomía".