Un pediatra desvela el hábito clave para enriquecer a los niños frente a las pantallas: "Lo importante es cultivar el hábito"

En el marco del Día Internacional de las Bibliotecas, Raimon Pèlach, miembro de la Asociación Navarra de Pediatría, ha destacado en una entrevista en COPE Navarra la importancia capital de la lectura en el desarrollo infantil. El experto subraya que, aunque la actividad física es necesaria, los momentos de tranquilidad y lectura son igualmente cruciales, y las bibliotecas son un recurso idóneo para ello, ya sea para leer en sus salas o para llevarse libros a casa.

Un hábito que nace en la cuna

Pèlach defiende que los hábitos saludables deben inculcarse desde las edades más tempranas. "Cuanto antes inculques un hábito, les va a gustar", asegura el pediatra, quien considera a los niños como el termómetro social del futuro. Recuerda con cariño cómo sus propios hijos, antes de saber leer, le pedían que les explicara los libros, una interacción que, según él, siembra la semilla del amor por la lectura para toda la vida.

Lo importante es cultivar el hábito"

El experto insiste en que "Lo importante es cultivar el hábito" para que los niños lo desarrollen y lo integren en sus vidas. Además, resalta la enorme variedad de libros disponibles para cada edad y gusto, desde historias de deporte hasta cuentos de brujas o unicornios. Esta diversidad, afirma, garantiza que cada niño pueda encontrar algo que le apasione y le mantenga enganchado a la lectura.

Un vínculo que fortalece a la familia

La lectura no es solo una actividad solitaria, sino también una poderosa herramienta para fortalecer los lazos familiares. Pèlach destaca el valor de compartir un libro antes de dormir: "No es solo el libro que le estás leyendo, es compartir". Para un niño de cuatro o cinco años, sentir que sus padres o abuelos le dedican ese tiempo exclusivo es una experiencia fundamental que, además, le induce a un estado de calma.

Ver a un niño con un libro, en vez de con una consola, es mucho mejor"

Esta práctica no solo crea recuerdos, sino que también fomenta la interacción y el diálogo a través de las preguntas que surgen durante la lectura. En un mundo dominado por las pantallas, el pediatra lo tiene claro: "Ver a un niño con un libro, en vez de con una consola, es mucho mejor".

Formación, creatividad y pensamiento crítico

Más allá del placer, la lectura es formación. Pèlach explica que leer ayuda a los niños a aprender a pensar y a discurrir, a la vez que mejora su comprensión de la sintaxis y la gramática. Lo considera un pilar educativo y una defensa frente a la superficialidad que a menudo promueven las redes sociales.

Los niños son por naturaleza "creativos e imaginativos", y según el experto, "la lectura es uno de los hábitos que más ayuda a eso". Al sumergirse en una historia, pueden desarrollar su propia novela en la mente, potenciando su capacidad de imaginación. En este sentido, también reivindica el valor de las ilustraciones y los cómics como formatos que estimulan enormemente la creatividad infantil.

Para ilustrar el poder transformador de la lectura, Pèlach comparte una anécdota del juez de menores Emilio Calatayud. Un joven analfabeto condenado aprendió a leer en la cárcel y, al salir, le regaló al juez un libro con dibujos donde expresaba su gratitud por haberle ayudado a reconducir su vida a través de las letras.