Un sargento de la Guardia Civil revela la cara oculta de la lucha contra el narcotráfico: "Son instantes en los que la adrenalina por fin se focaliza en ese momento que lo culmina todo"
Meses de seguimientos, adrenalina y un enorme coste personal, así es el día a día de los agentes que combaten el crimen organizado desde dentro

Operación antidroga
Logroño - Publicado el
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Todo sucede en cuestión de segundos. Un grito de "Guardia Civil" corta el aire y la puerta de una vivienda se abre de golpe. Es el instante en que culminan meses, a veces años, de investigación contra el tráfico de drogas. Los agentes avanzan en formación, con movimientos calculados y una calma aparente que esconde la adrenalina de un momento de alto riesgo.
Así lo describe, en una entrevista, en COPE Rioja, Sergio, sargento jefe del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Policía Judicial de Álava. "Son instantes en los que la adrenalina por fin se focaliza en ese momento que lo culmina todo", explica. Ese grito, aclara, "no es solo para el objetivo, sino también para la seguridad de los vecinos, para que sepan que es la Guardia Civil la que está actuando".

Vídeo de la operación de la Guardia Civil
Meses de vigilancia para un instante clave
Detrás de cada puerta que se abre, hay un complejo trabajo de seguimiento. Las investigaciones pueden durar desde unos pocos meses hasta años. El EDOA es una unidad especializada de la Guardia Civil cuya misión es investigar redes de crimen organizado vinculadas al tráfico de drogas, contrabando, blanqueo de capitales y demás delitos conexos. Actúa en el marco de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de las distintas comandancias provinciales.
Las operaciones del EDOA suelen implicar registros domiciliarios, vigilancia marítima o terrestre, inteligencia financiera, cooperación con otras unidades y, en ocasiones, colaboración internacional.

Droga incautada
Un aspecto destacado es la actuación en zonas de entrada críticas, como las costas andaluzas, que se encuentran entre los puntos más vulnerables de entrada de droga hacia Europa. En 2024, en las seis provincias andaluzas en las que se desplegó un plan especial se produjeron 5.911 detenciones por delitos de narcotráfico y contrabando (un 3,79 por ciento menos que el año anterior), que suponen el 6,8 por ciento del total de los arrestados ese año en esos territorios.
En cuanto a la droga aprehendida, asciende a 264.572 kilogramos, 150.802 kilogramos de hachís, 44.206 de cocaína y 69.564 de marihuana y otras sustancias. En 2024, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el Servicio de Vigilancia Aduanera decomisaron más de 366 toneladas de cocaína, hachís, heroína y marihuana en España.

operación “Nazarí 64 Falla”
La fase de seguimiento es una de las más intensas. Los agentes se convierten en "la sombra del objetivo", sin saber nunca dónde terminará el día. "Lo intenso son los viajes, el no saber lo que te depara el día, el despertarte por la mañana en Logroño o en Vitoria y poder acabar en Algeciras, Málaga o Madrid", confiesa Sergio.
Esta dedicación implica un alto coste personal y una vida marcada por la incertidumbre. El sargento jefe del EDOA de Álava lo resume en una imagen muy gráfica, los agentes viven con una maleta siempre lista en el coche, sin saber qué tocará hacer o dónde les llevará el servicio. "Tras meses o años de investigación, los agentes vivimos con una mochila o una maleta con ropa y un neceser de viaje en nuestro vehículo", admite. Es una carga personal que gestionan gracias al bagaje profesional y, sobre todo, al apoyo incondicional de sus familias.
Vivimos con una mochila o una maleta con ropa y un neceser de viaje en nuestro vehículo"
Sargento jefe del equipo (EDOA) de la Policía Judicial

Intervención cocaína Huelva
La gestión del estrés y la presión es un pilar fundamental en su día a día. El sargento Sergio subraya que el apoyo familiar es crucial para sobrellevar la carga de un trabajo tan exigente. "Tienes que contar con mucho apoyo de la familia, de tu pareja, eso es fundamental", afirma con rotundidad. De hecho, considera que los logros profesionales están intrínsecamente ligados a ese respaldo personal. "Estas operaciones y estos éxitos policiales van dedicados a la familia, a las parejas, para ellas son", reconoce.

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Autoridad, derechos y ética policial
En una intervención de alto riesgo, el equilibrio entre autoridad y empatía es fundamental. El sargento jefe insiste en que el primer paso es siempre "respetar los derechos de la persona detenida". La presunción de inocencia es un principio rector: "Esa persona no es culpable hasta que un juez lo dictamine". Durante una entrada y registro, la prioridad es asegurar la vivienda y, ante todo, la integridad física de las personas. Solo después se procede a la lectura del auto judicial y se explican los motivos de la intervención.

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El sargento Sergio también destaca la importancia de diferenciar los roles dentro de las redes de narcotráfico. No es lo mismo el jefe de una organización criminal que un consumidor o un pequeño vendedor. "Hay que saber diferenciar a quien dirige ese entramado delictivo de una persona que puede tener, pues, una ansiedad por consumir", señala. Este enfoque permite abordar los dilemas éticos que surgen al investigar a personas que, en muchos casos, también son víctimas del sistema en el que están atrapadas.

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Hay que saber separar a quien dirige ese entramado delictivo de quien puede tener una ansiedad por consumir"
Sargento jefe del equipo (EDOA) de la Policía Judicial
A pesar de la dureza de su trabajo, el sargento cree firmemente en las segundas oportunidades y en la eficacia del sistema de reinserción. "Conozco de verdad casos en los que la reeducación y reinserción social que conllevan las penas de prisión funcionan", asegura. Estas experiencias de resiliencia y cambio refuerzan su convicción en que el sistema puede ofrecer "un salvavidas para la gente", un aspecto que a menudo queda oculto tras la espectacularidad de las operaciones.

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El camino del especialista
Llegar a ser especialista en delincuencia organizada y antidroga no es una casualidad. "Te tiene que gustar, tiene que ser vocacional", afirma Sergio. Compara cada operación con un libro nuevo para un buen lector, una motivación que impulsa a seguir adelante. Las habilidades imprescindibles, según su experiencia, son la capacidad de trabajo, la empatía con los compañeros, el sentido de la responsabilidad y una disponibilidad total. "Saber que te van a poder llamar a las 3 de la mañana y que tú vas a tener todavía esa ilusión de que, aunque te despierten a mitad de noche, el objetivo se ha movido y tienes que ir detrás", resume.
El éxito de estas complejas operaciones no recae en una sola persona, sino en un equipo de alta cualificación. Sergio destaca la "profesionalidad enorme" y el "amplio bagaje profesional" de sus agentes, muchos de los cuales provienen de unidades de élite como la UCO o los servicios de información de la Guardia Civil. Finalmente, el sargento pone en valor la cooperación policial como un elemento clave. En su última operación, la colaboración con la Policía Local de Logroño ha sido "enorme". "Lo que nos hemos encontrado en Logroño es difícil de superar, os lo aseguro", concluye.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.





                            
                
                        
                    


