"Es un lujo que no debe terminar": Sara, vecina logroñesa, pone en valor el producto de kilómetro 0 riojano al que "no puede renunciar"

Los productos de kilómetro 0 de La Rioja representan una apuesta directa por el desarrollo económico local y el apoyo a los productores que trabajan la tierra. Este modelo de consumo no solo ayuda a mantener viva La Rioja más rural, sino que también reduce la huella de carbono al minimizar el transporte. Como resultado, se garantiza que a las mesas lleguen alimentos más frescos y de mayor calidad.

La calidad de estos alimentos la confirman los vecinos que, día a día, eligen el producto local. Es el caso de Sara, una logroñesa que realiza siempre su compra en el Mercado de Abastos de Logroño. "Me parece que esta plaza es un lujo que no debe terminar", afirma, destacando el valor de un trabajo que para el consumidor es invisible, con jornadas de hasta catorce horas, pero cuyo resultado es inigualable.

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En Rincón de Soto, Cecilia, al frente del Museo de la Huerta, vende tradición y origen. Para las fechas navideñas, recomienda apostar por los productos de temporada. "La verdura que no tiene que faltar, tanto para antes de Navidad como para después, para bajar un poquito los excesos, es la borraja, la acelga y nuestra coliflor, con eso vas a lo seguro", explica. Además, destaca que el cardo y la berza son otras de las opciones predilectas en estas fiestas.

En uno de los puestos del mercado de abastos, Mónica, de Verduras Sarramián, confirma esta tendencia. En su huerta cultiva todo lo que después vende, y aunque el cardo es el rey de la temporada, no es la única opción. "Aparte del famosísimo cardo, también tenemos nuestras escarolas y berzas de salsa de cántaro, que se están vendiendo mucho, y los repollos y las coliflores también", detalla.

Del campo nos vamos a la carne, donde el ganadero riojano afronta jornadas de trabajo igualmente duras. Comprar producto local, como el que vende el carnicero Alfredo, va más allá de lo económico. "Comprar en el mercado es bueno, porque normalmente hay mucha competencia y eso nos lleva a que haya mayor calidad", comenta. Sin embargo, para él es también una cuestión sentimental: "nos tiene que tocar a todos un poco el corazoncito, porque en todos los mercados está el producto del sitio".

Nos tiene que tocar a todos un poco el corazoncito"

Alfredo

Carnicero

Sellos de calidad y apoyo institucional

La Rioja cuenta con una gran variedad de productos agroalimentarios reconocidos con sellos de calidad que garantizan su origen y elaboración tradicional. Distintivos como las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) o las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) reflejan la riqueza de la tierra. Entre ellos se encuentran las Peras de Rincón de Soto, el Pimiento Riojano, el Queso Camerano, la Nuez de Pedroso, la Coliflor de Calahorra, el Aceite de La Rioja, la Alubia de Anguiano o el Chorizo Riojano.

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Estas entidades, formadas por 1.012 productores y 93 industrias, representan el esfuerzo del sector primario riojano. Para reforzarlo, el Gobierno de La Rioja destinará 689.000 euros a apoyar la promoción de estos sellos de calidad. La DOP Peras de Rincón de Soto recibirá la mayor partida, con 255.000 euros, seguida de la DOP Aceite de La Rioja con 135.000 euros y la IGP Chorizo Riojano con 100.000 euros.

Cifras de récord que consolidan el sector

El respaldo está dando sus frutos, como demuestra el éxito de la IGP Chorizo Riojano, que ha alcanzado un récord de certificación con más de 5,3 millones de etiquetas en la última campaña. Según Jorge Martínez, su representante, el buen momento se debe a las campañas de comunicación en regiones clave. "Creemos que estamos en un momento muy dulce", asegura Martínez.

Estamos en un momento muy dulce"

Jorge Martínez

Representante IPG Chorizo Riojano

Por su parte, la DOP Peras de Rincón de Soto ha cerrado la campaña con más de 19,3 millones de kilos recogidos, una cifra que su director, Sixto Cabezón, califica como "muy buena", especialmente tras haber superado las dificultades del terreno. Este producto, que destaca por su dulzor y textura, es un motor económico fundamental para cientos de familias riojanas.

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El llamamiento del sector es unánime: consumir producto local no solo en Navidad, sino durante todo el año. Como subraya Eduardo Pérez Oces, presidente de Arag-Asaja en La Rioja, es vital que "se valore nuestro producto riojano". Apostar por el kilómetro 0 es una forma de cuidar la tierra, sostener a quienes la trabajan y preservar la identidad de La Rioja, asegurando que la frescura y la excelencia sigan vivas en el corazón de sus pueblos.