Solo dos agentes para vigilar Ciutadella en pleno agosto
Polémica en el municipio por la falta de efectivos policiales pese a la reciente incorporación de nuevos agentes en Menorca

Policía Local
Menorca - Publicado el - Actualizado
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Ciutadella amaneció este martes con una fuerte polémica política y social después de que se conociera que la pasada noche únicamente dos agentes de la Policía Local estuvieron de servicio para garantizar la seguridad ciudadana. El dato, contrasta con la exigencia mínima de seis efectivos en un turno nocturno de verano, cuando la población se multiplica y la actividad en las calles alcanza su punto más intenso.
El episodio ha reabierto el debate sobre la planificación municipal y la gestión de los recursos policiales. La sensación de desprotección se suma a las quejas de la propia plantilla, que desde hace meses reclama el cumplimiento de acuerdos laborales reconocidos por sentencia judicial y una mayor cobertura de plazas vacantes.
Un servicio bajo mínimos en plena temporada turística
El hecho de que solo dos agentes patrullaran Ciutadella en pleno agosto ha generado inquietud entre vecinos y profesionales del sector turístico. El municipio concentra durante estas semanas a decenas de miles de visitantes y residentes temporales, lo que incrementa el riesgo de incidentes y la necesidad de un dispositivo policial sólido.
Fuentes sindicales ya habían advertido de que la plantilla trabaja en condiciones límite, con turnos excesivos y falta de refuerzos. La queja recurrente es que el Ayuntamiento no ha sabido anticiparse a un verano complicado y que no existe un plan de futuro que garantice estabilidad.
Desde la oposición se responsabiliza al gobierno municipal de esta situación, acusando a Més per Menorca, PSOE y Ciutadella Endavant de improvisación e incapacidad de gestión. La portavoz popular, Juana Mari Pons, calificó lo sucedido de “inadmisible” y denunció “la falta de planificación, la dejadez institucional y la ausencia de diálogo real con los cuerpos de seguridad”.
La contradicción con la llegada de nuevos policías
La polémica llega apenas tres meses después de que se anunciara que Menorca incorporaría 18 nuevos policías locales antes del verano, tras la finalización del Curso Básico de Capacitación organizado por la Escola Balear d’Administració Pública (EBAP).
En total, la 46.ª promoción formaba a 111 nuevos agentes para el conjunto de Baleares: 92 destinados a Mallorca, 18 a Menorca y 1 a Ibiza. El curso arrancó en octubre y concluyó a finales de mayo, lo que permitió a los recién graduados incorporarse a los distintos municipios en junio, justo antes de la temporada alta.
Este calendario fue presentado como un éxito institucional, ya que era la primera vez que los alumnos finalizaban la formación a tiempo de reforzar las plantillas en verano. Sin embargo, la denuncia de esta semana en Ciutadella pone en cuestión la distribución y asignación de esos refuerzos, dado que el municipio continúa con graves problemas de cobertura en los turnos críticos.
Los representantes municipales en la oposición insisten en que la llegada de nuevos agentes no ha servido para revertir la precariedad en la ciudad, señalando que los problemas de coordinación, liderazgo y cumplimiento de acuerdos siguen sin resolverse. Para ellos, el verdadero problema no es la falta de recursos autonómicos, sino la “gestión errática” de la coalición que gobierna el consistorio.
La polémica no parece que vaya a cerrarse de inmediato. Por un lado, la plantilla policial mantiene vivas sus reclamaciones laborales, mientras que la oposición intensifica su presión política. Por otro, el Ayuntamiento deberá dar explicaciones sobre cómo se han distribuido los nuevos efectivos y por qué, pese a los refuerzos prometidos, Ciutadella se encontró con tan solo dos agentes en la calle en una noche de verano.
El caso simboliza una contradicción que inquieta a la ciudadanía: el anuncio de más policías en la isla no se traduce, al menos de momento, en una mayor sensación de seguridad en el municipio. Y en un verano donde la seguridad es clave, la tensión entre gobierno local, oposición y agentes amenaza con marcar la agenda política de las próximas semanas.