El Consell da el primer paso para restaurar la torre de cala Teulera en el Llatzeret
La iniciativa busca frenar su deterioro, recuperar elementos originales y mantener vivo el valor histórico y paisajístico de esta construcción emblemática del Lazareto de Maó

Torre Cala Teulera, Lazareto
Menorca - Publicado el
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La torre número 3 del plan director del Llatzeret, antigua atalaya de control de los guardianes del recinto sanitario, encara un proceso de restauración con un presupuesto de 216.306 euros. El proyecto, redactado por el arquitecto Cristóbal Torrent, tiene como objetivo asegurar la estabilidad de la estructura y su permanencia a largo plazo, sin perder la identidad que la convierte en un referente visual del puerto de Maó.
Hasta ahora apenas había recibido pequeñas reparaciones, pero presenta grietas, humedades, pérdida de mortero y vegetación en las fachadas, un conjunto de patologías que ponían en riesgo su conservación. El plan prevé actuar con respeto, consolidando la torre como “ruina estable”, fiel a su esencia y a la lectura histórica que ofrece.
Las obras incluyen la consolidación estructural de los muros de marés, la impermeabilización de la cubierta y la reparación del parapeto para evitar filtraciones. También se reconstruirán elementos como la escalera, la barandilla, las carpinterías y los pavimentos deteriorados, siempre que sea posible ajustarse al diseño original.
Un punto especial del proyecto es la protección de los grafitis históricos que aún se conservan en la torre. Se aplicarán productos fijadores para frenar su deterioro y mantenerlos como testimonio vivo del pasado.
El Lazareto de Maó, una fortaleza contra la peste
La restauración de la torre de cala Teulera no puede entenderse sin el valor histórico del conjunto del Lazareto de Maó, una de las joyas patrimoniales de la isla. Su construcción se inició en 1793 y concluyó en 1807, en plena preocupación por las epidemias que asolaban Europa.
Este recinto amurallado, de más de un kilómetro de longitud, fue diseñado como fortaleza sanitaria. Todos los buques procedentes de África que quisieran llegar a la península o a Baleares debían pasar obligatoriamente por aquí. Sus tripulaciones permanecían cuarenta días en cuarentena —de ahí la palabra— para comprobar que no había riesgo de contagio de enfermedades como la peste.
Antes de su construcción, Maó contaba con un lazareto en la Illa Plana, pero pronto se quedó pequeño. Por eso se decidió levantar uno nuevo junto al fuerte Felipet, a la entrada del puerto, que con el tiempo se convirtió en el más grande y mejor conservado de Europa. El recinto incluía distintos sectores de aislamiento, conocidos como patentes: Sospechosa, Sucia y Apestada, separados por altos muros para evitar cualquier contacto entre los diferentes grupos de cuarentenarios.
Curiosamente, el Lazareto estuvo unido en sus orígenes a tierra firme por un istmo natural, aunque este fue demolido a principios del siglo XX por razones militares.
“Un testimonio vivo de nuestro pasado”
El conseller de Medio Ambiente, Simón Gornés, asegura que se trata de “una muestra clara del compromiso del Consell con la conservación del patrimonio histórico y arquitectónico de la isla”. Subraya además que se emplearán materiales respetuosos, como la madera natural sin tratamientos agresivos, para garantizar la protección del edificio sin alterar su identidad.
“La torre de cala Teulera debe seguir siendo un testimonio vivo de nuestro pasado y un referente en el paisaje del Llatzeret”, concluye Gornés, convencido de que esta actuación revalorizará el patrimonio cultural y paisajístico de Menorca.