Se jubila tras 38 años como médico de familia en Galicia: "Hoy en día es casi imposible atraer a jóvenes profesionales al rural"

Tras 38 años "y tres meses" como médico de familia, Xosé María Dios Diz pasará a la jubilación este próximo 25 de julio, aunque descontados los días de vacaciones y atrasos varios, nos recibe en el compostelano barrio de Fontiñas tras haber disfrutado ya de sus primeros días sin acudir a su consulta.

Que durante las casi tres últimas décadas ha estado situada en el Centro de Salud de Outes, pequeña localidad costera de A Coruña a donde llegó tras haber ejercido en otras localidades "como médico de cabecera y con tres salarios que entonces nos pagaban por prestar servicio a  tres poblaciones diferentes a través de la Asistencia Pública Domiciliaria, el ISM y el entonces INSALUD", antes de que todas las competencias se transfirieran al Servizo Galego de Saúde (SERGAS). 

Un aspecto que refleja los cambios que se han producido en la asistencia sanitaria de estos médicos, ahora de Familia, en estas cuatro décadas. Aunque no ha habido tanto cambio en el compromiso profesional de Xosé María Dios Diz que reconoce que en los dos días que lleva sin ir a trabajar, ya ha recibido varias llamadas de pacientes "alguna para despedirse pero otras para consultas y analíticas", reflejando la cercanía que los pacientes de zonas rurales como en la que ha desempeñado su actividad, mantienen con sus "médicos de cabecera, porque así nos siguen llamando muchos".

PESIMISTA SOBRE EL PRESENTE Y EL FUTURO DE LA SANIDAD PÚBLICA

Además de su actividad como médico de familia en Outes, Dios Diz se ha singularizado en los últimos tiempos por mantener una férrea defensa de la Sanidad Pública de la que, asegura "no es prioritaria para las Administraciones", al afirmar que a pesar de las largas listas de espera que se producen, "no se destinan los recursos suficientes para aplicar, por ejemplo, la Ley de Garantías Sanitarias de Galicia que creó el propio sistema y el Partido Popular para tener una primera consulta y pruebas diagnósticas en 45 días y 60 para intervenciones quirúrgicas y que está violentada todos los días". 

Unas críticas que se convierten en pesimismo cuando se le pregunta por la perspectiva de la Sanidad Pública a corto y medio plazo, asegurado que "con un sueldo base de 1.300 euros  ya es difícil encontrar profesionales para ejercer la medicina de familia en las ciudades, pero es casi imposible caerlo para cubrir las plazas en zonas rurales".

Porque, según el doctor Dios Diz, "con ese salario y tras 11 años de estudio, ¿hay alguien que quiera desplazarse de su domicilio a un lugar alejado, con movimientos de destino constantes y con turnos y dos guardias de 17 horas?... Para eso, se vuelven a la pizzería".  

Lo que supone un grave peligro por no fidelizar a los nuevos profesionales médicos en la Sanidad Pública de los que, asegura, "hay suficientes como para ampliar el número de plazas porque a cada convocatoria de MIR de 6.000 plazas se presentan 13.000 solicitudes, así que es una falacia hablar de que no hay médicos".

Unas jornadas especiales

Opiniones de este médico de familia recién jubilado y que acaba de poner fin también a las Xornadas de Información Sociosanitaria de Outes que él mismo ha organizado durante los últimos 19 años, y por las que han pasado reconocidos profesionales de prestigio de muchas especialidades médicas, "siempre sin cobrar nada" y contando con el interés de los vecinos de la zona que han acudido a estas conferencias. 

Como ocurría con la última, quizás la más especial de todos estos casi 20 años, y que impartía el propio Xosé María Dios Diz bajo el título de "Envejecimiento Saludable" con consejos que a partir de ahora y ya jubilado, reconoce entre risas, "voy a ser yo mismo el primero que se los aplique".