El método de un barrio de A Coruña con el que se libró de los okupas y ahora puede convertirse en un foco de empresas
La asociación Monte Martelo ha transformado la crisis de vivienda en la que se encontraba en una oportunidad gracias a un modelo de acción vecinal y alianzas público-privadas

Interior de un edificio okupado
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Hace apenas dos años, los barrios de O Martinete, O Birloque, Someso, As Rañas y San Cristóbal das Viñas eran sinónimo de abandono: estructuras medio construidas, okupación ilegal y calles sin infraestructuras básicas. Hoy, esta zona agrupada bajo el nombre de Monte Martelo no solo ha erradicado los focos de inseguridad, sino que se perfila como un futuro polo comercial y residencial para la ciudad. La clave: una estrategia vecinal combinada con ejecución institucional y una visión económica renovadora.
El punto de inflexión fue la resolución del emblemático caso del edificio okupa de O Martinete, situado entre las calles Mozart y Luis Peña Novo. Construido en 2007 y abandonado tras la crisis financiera, el inmueble se convirtió en un símbolo de degradación: maleza, inundaciones en sótanos y actividades ilegales que mantenían en vilo a los vecinos.
Tras años de inacción de los propietarios, el Ayuntamiento de A Coruña, liderado por la alcaldesa Inés Rey, ejecutó la demolición mediante procedimiento subsidiario. Las obras, licitadas por 800.000 euros y con un plazo de cuatro meses, incluyen el drenaje de áreas inundadas y la limpieza total del solar de 1.100 m². "Seguimos dando pasos para resolver una demanda vecinal justa y necesaria", destacó Rey durante la aprobación del proyecto.

Okupas dentro de un edificio en España
Una lucha contra la okupación desde 2021
Según El Ideal Gallego, este proceso fue impulsado por la Asociación de Vecinos Monte Martelo, que desde 2021 presionó para reconvertir el espacio en una zona pública. "Tras meses de conversaciones y protestas, la promesa del Gobierno local va dando pasos firmes", afirmaron los portavoces vecinales, quienes agradecieron la voluntad política de "cambiar las cosas en esta parte de la ciudad".
La lucha contra la okupación y el deterioro urbanístico fue solo el primer paso. Monte Martelo, inicialmente fundada como "Revolución Vecinal" en 2023, ha evolucionado hacia un modelo híbrido: la Asociación de Vecinos y Empresarios Monte Martelo. Su presidente, Amar Basic, explica el giro: "Hemos visto crecer más de 50 negocios en la zona. La conexión entre vecinos y emprendedores es clave para llenar de vida el barrio". La estrategia incluye reactivar locales vacíos, herencia de años de abandono, y atraer inversiones. "Podrían ser nuevas oportunidades", señala Basic, aunque admite dificultades: "Encontramos obstáculos para identificar propietarios y negociar con inversores".
Un nuevo futuro para el barrio coruñés
El apoyo institucional ha sido crucial. Además de la demolición del edificio okupa, el Ayuntamiento ha iniciado la reurbanización de la calle Manuel Ferrol, con mejoras en aceras, paradas de autobús y calmado de tráfico. Estas acciones se enmarcan en un plan más amplio que incluye demandas históricas como el "Parque Ciudad", un proyecto de zonas verdes pendiente de fondos europeos, y la humanización de vías peligrosas como las carreteras DP-512 y DP-3004, donde se registraron 13 incidentes en 2023.

Avenida de Hércules de A Coruña
El renacimiento de Monte Martelo se refleja también en su dinamismo social. Las fiestas vecinales de julio, cinco días de conciertos, mercadillos y exhibiciones deportivas en la plaza Agustín Díaz, son un termómetro del cambio. "Queremos que sean festejos para toda A Coruña, no solo para el barrio", subraya Basic. El evento, apoyado por subvenciones municipales, simboliza la nueva identidad de una zona que aspira a ser referente comercial.
Un ejemplo de cohesión vecinal
Más sobre okupación
Sin embargo, persisten desafíos. La falta de una normativa urbanística clara para fachadas y locales comerciales preocupa a los vecinos: "Sin regulación, esto será un pastiche", advierte Basic. También se echa de menos el asesoramiento de entidades como la extinta Federación Unión Comercial Coruñesa (FUCC), clave en los inicios.
El caso de Monte Martelo es un ejemplo de cómo la cohesión vecinal, combinada con ejecución institucional y visión económica, puede revertir situaciones críticas. Mientras otros barrios coruñeses como Os Mallos o Monte Alto lograron calma tras protestas contra la okupación 9, aquí se ha dado un paso más: transformar el problema en una oportunidad para crecer como comunidad y como motor económico. Un método que ya inspira a otras zonas de la ciudad.