"Subo a gatas": la lucha de Mario, un vecino de Ferrol con espina bífida, por una vida digna

Mario Becerra es un joven ferrolano del barrio de Caranza que vive cada día un reto: subir a gatas las 36 escaleras que separan su vivienda de la calle. Padece espina bífida, una malformación congénita que afecta a su movilidad, y desde hace un año reclama soluciones para poder acceder a su casa con dignidad.

Gracias a la implicación de su vecina Cecilia, también con problemas de movilidad, se han recogido más de 57.000 firmas a través de la plataforma Change.org, que fueron entregadas este miércoles en el registro del Ayuntamiento de Ferrol. Mario también se reunió con el alcalde, José Manuel Rey Varela, para trasladarle su situación.

Mario nos explica cómo es su día a día: "Subo y bajo a la calle como puedo, no me gusta estar encerrado en casa. Tengo que tomármelo con humor". El joven, que se desplaza en silla de ruedas, reconoce que ha vivido en otras viviendas más accesibles, pero que ahora, por motivos económicos, reside en un piso sin ascensor en un edificio antiguo.

¿CÓMO LE AMPARA LA LEY?

Tras la reunión con el regidor ferrolano, Mario explica que se le ha sugerido iniciar un proceso con el presidente de su comunidad para solicitar un informe de accesibilidad a la Concejalía de Urbanismo, que luego se remitiría a la Xunta de Galicia con el objetivo de optar a ayudas para instalar un ascensor o montacargas.

El problema, como él mismo señala, es que muchas de estas actuaciones dependen de la aprobación de la comunidad de vecinos. En su edificio viven seis familias, y no todos estarían de acuerdo. “Si la comunidad no lo aprueba, tendríamos que ir a juicio”, comenta con resignación.

Mario no es un caso aislado. "En Caranza hay mucha gente mayor o con discapacidad que vive encerrada en casa por un simple escalón", denuncia. “La ley, en teoría, obliga a adaptar, pero los trámites son muy complicados”, añade. 

El Ayuntamiento de Ferrol tiene previsto invertir medio millón de euros en mejorar la accesibilidad en el barrio, pero esas obras solo contemplan la vía pública, no los elementos comunes de los edificios. 

 Un vídeo viral y 57.000 firmas  

Todo cambió cuando su vecina Cecilia vio un vídeo de Mario en redes sociales. Muy activo en TikTok, Mario comparte su realidad con naturalidad. Fue entonces cuando Cecilia decidió lanzar una campaña de recogida de firmas en Change.org que ha superado ya las 57.000 apoyos.

“Yo no tenía mucha fe, pero decidimos intentarlo. Nunca imaginé que tanta gente se volcaría”.

Pese a los obstáculos, Mario mantiene la esperanza: “Tengo fe en que se consiga. No solo por mí, sino por mis vecinos. Todos merecemos tener una vida digna y poder salir de casa sin poner en riesgo nuestra salud”.