La Valedora do Pobo de Galicia, María Dolores Fernández Gailiño, estudia las quejas por los ruidos nocturnos que sufren residentes en el barrio del Orzán, en A Coruña. Ha admitido a trámite la denuncia presentada por una comunidad de vecinos de la zona.

Los vecinos acusan al Ayuntamiento de A Coruña de “dejadez de funciones” en su obligación de defender el derecho al descanso nocturno de la ciudadanía. Al admitir la denuncia a trámite, la oficina de la Valedora ve “fundamentos sólidos” para investigar, según destacan desde la asociación vecinal Ensenada del Orzán.

15 DÍAS PARA RESPONDER

El consistorio coruñés tiene ahora 15 días para responder a las quejas de los demandantes. En el escrito remitido a Fernández Galiño, han adjuntado pruebas reunidas en los últimos meses que confirman el “calvario” que han estado sufriendo a causa de los ruidos callejeros. Entre ellos, numerosos videos grabados a altas horas de la madrugada, que evidencian el nivel de las molestias.

A estas imágenes han adjuntado copias de numerosos escritos dirigidos al Ayuntamiento en el que se reclama solución al problema del ruido. Los vecinos se quejan de que no han recibido ni una sola respuesta a los “cientos de escritos “que han presentado por el Registro Municipal.

LA POLICÍA NO ACTÚA

Dedsde la asociación de vecinos Ensenada del Orzán indican que se han visto obligados a recurrir a la Valedora do Pobo de Galicia ante la falta de respuesta del Ayuntamiento y la falta de soluciones a sus problemas. “Se hacen llamadas a la Policía Local las noches para que despeje a la gente que está gritando y cantando en la zona y raramente acude”, señala José Luis Méndez, presidente de la entidad vecinal

De momento, nada ha cambiado. Los vecinos han denunciado públicamente ruido y aglomeraciones en la calle Socorro la madrugada de este viernes durante unas tres horas. Pese a que avisaron a la policía, no acudió porque, según cuentan los vecinos, les dijeron que “estaban ocupados en Adelaida Muro”.

Esta situación no es algo aislado .Desde el barrio han vuelto a denunciar estos días trapicheo de drogas, aglomeraciones de gente bebiendo en la calle, pintadas en las paredes de edificios delante de un coche del 092 o personas subidas al dintel de portales jaleados por otras que graban esta peligrosa conducta con sus móviles.