El Deportivo realizó profundos cambios en su estructura deportiva y esos cambios se están notando desde el primer día. Richard Barral y Alfonso Serrano dejaron paso a Carlos Rosende y Juan Giménez, quienes se están encargando de la confección de la plantilla de la próxima temporada. Bajo la supervisión del director general David Villasuso, en sus primeras decisiones ya se ve un cambio de filosofía. En los tres primeros movimientos realizados por el club coruñés (elección del entrenador y fichajes de Menudo e Ian Mackay), hay un claro denominador común: la amplia experiencia en Segunda División B. La pasada campaña, se apostó por retener futbolistas que estaban en el vestuario y que tenían a sus espaldas muchos partidos en el fútbol profesional. El rendimiento no fue el esperado y se ha optado por cambiar la forma de proceder.

Borja Jiménez es un técnico joven, 36 años, pero que se ha sentado en varios banquillos de la categoría y sabe lo que es ascender a Segunda. Lo logró con el Mirandés y el Cartagena. Su segundo, Álex Martínez, fue incluso director deportivo en el Rápido de Bouzas cuando los vigueses estaban en Segunda B. Menudo, por su parte, también sabe lo que es competir en la división de bronce. Llega del Numancia, con el que se enfrentó al Dépor, y ha estado en clubes como la Cultura y Deportiva Leonesa, Melilla o la Ponferradina.

El último en sumarse a la lista es Ian Mackay. A sus 34 años, lleva prácticamente toda su carrera en Segunda B y también conoce el camino al fútbol profesional. La pasada campaña, el arquero fue el héroe del Sabadell en el play off, parando tres penaltis en semifinales y dos en la final para dar el ascenso al cuadro catalán.

Es un cambio de estrategia buscando un cambio en el resultado. El objetivo sí será el mismo: lograr el ascenso.