El gran apagón reaviva el debate nuclear: Almaraz demuestra que sin ellas, España se apaga
La central nuclear extremeña respondió con eficacia durante la crisis eléctrica

Alfredo García, operador nuclear
Mérida - Publicado el - Actualizado
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España vivió el lunes uno de los mayores apagones eléctricos en años. Una sacudida al sistema que dejó a millones sin luz y que ha reavivado con fuerza el debate sobre el futuro energético del país. En el centro del foco: la central nuclear de Almaraz, en Extremadura, que demostró ser clave para garantizar la seguridad y la estabilidad de la red.
¿Qué ocurrió exactamente? La instalación extremeña, con dos reactores, activó todos sus protocolos de seguridad con precisión quirúrgica. La Unidad DOS, que estaba operativa, se apagó automáticamente al detectar la caída de tensión, mientras que sus generadores diésel se encendieron para mantener el control del reactor. La Unidad UNO, ya parada, hizo lo mismo.
“Todo funcionó como un reloj”, aseguran desde la planta, que recibió pocas horas después el visto bueno para reconectarse a la red nacional.
Treinta minutos después de la medianoche, el suministro comenzó a estabilizarse gracias a las centrales hidráulicas, pero fue Almaraz la que aportó la primera señal de fortaleza estructural ante la crisis.
Las nucleares no son el problema, sino parte de la solución
El apagón ha hecho que diversas voces reclamen frenar el cierre previsto de las nucleares entre 2027 y 2035. El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, exigió al Ejecutivo que “rectifique” y prolongue su vida útil. A su lado, María Guardiola, presidenta extremeña, apoyó esa línea con firmeza.
Pero también desde el ámbito técnico se alzan advertencias claras. Alfredo García, operador nuclear y divulgador, ha señalado que: “El apagón puede suponer un antes y un después".
"Se demostró que la red eléctrica es muy poco resistente sin la estabilidad que proporciona la nuclear”
Operador nuclear y divulgador
García explicó que las centrales nucleares aportan "inercia" al sistema, lo que permite amortiguar oscilaciones entre la oferta y la demanda, algo que las renovables no pueden garantizar por sí solas.
¿Cerrar las nucleares?: “Un error estratégico”
Desde Junts, incluso, se ha instado al Gobierno a replantearse el cierre escalonado de estas centrales. La seguridad demostrada por Almaraz —y por el conjunto del sistema nuclear— ha sido vista como una llamada de atención.
“Necesitamos energías limpias, pero también firmes. Y la nuclear lo es”, han defendido varias formaciones tras el apagón.
Así, en un momento en que las renovables ganan terreno, la gran lección del lunes es clara: sin respaldo firme como el de las nucleares, la red eléctrica queda vulnerable.