Así transforman las ovejas las plantas solares en ecosistemas más sostenibles

El proyecto Pastoreo Fotovoltaico ha concluido su jornada final presentando un modelo de convivencia entre la ganadería extensiva y las plantas fotovoltaicas. La iniciativa busca visibilizar y promover buenas prácticas ambientales, sociales y de gestión que favorezcan la explotación conjunta de estos espacios. Mónica Murillo, coordinadora del proyecto perteneciente al Instituto del Corcho, la Madera y Gestión Forestal, explica que el objetivo es mitigar el impacto de estas instalaciones y conservar la biodiversidad.

Una simbiosis beneficiosa

Este concepto, bautizado por sus impulsores como "pastoreo fotovoltaico", es una evolución de la conocida agrovoltaica, que consiste en integrar aprovechamientos agrícolas bajo las placas solares. Si bien el ganado se ha utilizado puntualmente para controlar la vegetación y así reducir el riesgo de incendios, este proyecto va un paso más allá. "Nosotros lo que defendemos es el uso del aprovechamiento ganadero no solo con ese objetivo, sino también con el de hacer que estas plantas fotovoltaicas sean más sostenibles", afirma Murillo.

Los animales no solo entran ahí para comerse el pasto"

Mónica Murillo

Coordinadora del proyecto 'Pastoreo Fotovoltaico'

Para validar sus hipótesis, el proyecto ha desarrollado ensayos experimentales en dos grandes plantas fotovoltaicas de Enel Greenpower en Extremadura, situadas en Badajoz y Almendralejo. A pesar del corto periodo de estudio, los resultados ya apuntan a una "mejora palpable del suelo y la vegetación". Según explica la coordinadora, la gestión ganadera regenerativa mejora la cubierta vegetal, lo que a su vez protege el terreno de la erosión, aumenta la absorción de CO2 y fomenta la aparición de especies de mayor calidad para el pasto.

El papel de los animales es clave en este proceso. "Los animales no solo entran ahí para comerse el pasto, sino que al hacerlo lo que están favoreciendo es que proliferen especies vegetales más deseadas en el lugar", detalla Murillo. Esta interacción ha provocado un aumento de leguminosas pratenses, más apetecibles y nutritivas para el ganado, y se ha observado una mayor presencia de polinizadores, esenciales para el ecosistema.

Claves para ganaderos y empresas

El proyecto también ha analizado la perspectiva de los ganaderos, quienes se muestran a favor de poder utilizar su ganado en estas superficies. Sin embargo, su implantación no está exenta de retos, ya que "esta gestión tiene que estar muy dirigida, muy adaptada a las condiciones de cada planta fotovoltaica, y requiere unos conocimientos", subraya Murillo. Por ello, la formación y capacitación han sido pilares fundamentales de la iniciativa, que ha demostrado ser aplicable a plantas de cualquier tamaño, siempre que se cuente con infraestructuras como puntos de agua y cerramientos adecuados.

La participación ciudadana es fundamental"

Mónica Murillo

Coordinadora del proyecto

Una de las contribuciones más destacadas del proyecto ha sido la creación del primer Sistema de Información Geográfica (SIG) que aglutina todas las plantas fotovoltaicas de Extremadura. Esta herramienta, que ni la administración pública poseía, incluye datos técnicos, de infraestructura e información relevante para la toma de decisiones, como puntos de agua cercanos o la presencia de zonas protegidas.

Finalmente, el proyecto ha impulsado un trabajo colaborativo a través de mesas de trabajo con promotoras energéticas, administraciones y otros agentes del sector. El estudio del impacto social y económico ha arrojado resultados "bastante alentadores", con una conclusión principal clara que Mónica Murillo resume en una frase: "La participación ciudadana es fundamental".