Puigdemont activa el escenario de ruptura con el PSOE y pone en jaque la legislatura
Junts reúne a su dirección para evaluar los pactos con el PSOE ante la falta de avances en la amnistía y el catalán y se prepara para consultar a sus bases

Carles Puigdemont líder de Junts
Barcelona - Publicado el
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Desde el regreso del verano, tanto en público como en privado, Carles Puigdemont y varios dirigentes de Junts han insistido en que "pasarán cosas" este otoño si el PSOE no se mueve. Con cuestiones clave como la oficialidad del catalán en la Unión Europea o la aplicación de la amnistía todavía encalladas, el expresidente ha puesto en marcha la maquinaria. Este domingo reunirá a la dirección permanente y el lunes a la ejecutiva en Perpiñán para "hacer balance" del Acuerdo de Bruselas, preparando un escenario de ruptura inminente que se sometería a la votación de la militancia. En juego están sus siete votos en el Congreso, que podrían complicar todavía más la agenda legislativa de Pedro Sánchez.

Tras semanas advirtiendo de que "pasarían cosas", fue la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, quien elevó el tono contra Pedro Sánchez este miércoles en un discurso planificado.
Tras semanas advirtiendo de que "pasarían cosas", fue la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, quien elevó el tono contra Pedro Sánchez este miércoles en un discurso planificado. Mientras el presidente pedía "tiempo" a Junts, la vicepresidenta del partido le acusó de centrarse en temas como el cambio horario o Palestina, pero obviar los compromisos adquiridos en 2023. Nogueras también le reprochó que "persiga" a los autónomos y "bloquee" las iniciativas de su formación contra la ocupación y la multireincidencia. "Quizás debería hablarse menos de cambios de horario y empezar a hablar de la hora del cambio", sentenció durante la sesión de control.
Quizás debería hablarse menos de cambios de horario y empezar a hablar de la hora del cambio"
Pocas horas después, Carles Puigdemont convocó a la ejecutiva nacional el lunes en Perpiñán, en una reunión que se prevé larga y con un único punto en el orden del día: "Balance del Acuerdo de Bruselas y acciones a emprender". En estos momentos, el expresidente se inclina por escenificar la ruptura de las relaciones con los socialistas, a la expectativa de las consecuencias que esto pueda tener en la legislatura española. En una intervención en el Congreso Municipalista este sábado, el secretario general del partido, Jordi Turull, aseguró que vienen "momentos complicados" y, aunque no mencionó explícitamente al PSOE, indicó que en el partido estarían "a la altura".
Un balance de 'incumplimientos'
Durante los últimos meses, Junts ha denunciado la falta de avances en las carpetas acordadas en 2023 para la investidura de Pedro Sánchez. El último revés ha llegado esta misma semana, cuando el Gobierno español descartó volver a trasladar la oficialidad del catalán a la mesa de los estados miembros de la UE hasta que no se constate la unanimidad de los 27, que sigue sin existir. Aunque La Moncloa ha comunicado en las últimas horas un acuerdo con el gobierno alemán para abordar la cuestión, está por ver si este gesto convence al partido de Puigdemont.
Por otro lado, la formación denuncia que la ley de amnistía no se ha aplicado de forma efectiva por la acción de los jueces del Tribunal Supremo, que la han bloqueado en el caso de los líderes del procés. Si bien son conscientes de que los escollos se encuentran en determinados magistrados, reprochan al Gobierno no haber hecho lo suficiente para plantar cara al poder judicial. También lamentan que la "amnistía política" no se ha completado, con una reunión entre Puigdemont e Illa que llegó "tarde" y un encuentro con Sánchez que ni siquiera está previsto. Este jueves, el presidente español afirmaba que lo hará "cuando toque".
A estas dos carpetas se suman otros acuerdos que tampoco han prosperado, como la proposición de ley para la delegación de las competencias en inmigración a la Generalitat, que fue inadmitida a trámite por el voto en contra de Podemos en el Congreso. Critican también que hay varias iniciativas legislativas bloqueadas en materia de multireincidencia o contra la ocupación de viviendas. Según la dirección de Junts, todo este cúmulo de hechos ha reinstalado la desconfianza en las relaciones con el PSOE, a lo que no ha ayudado el encarcelamiento del exsecretario de organización socialista Santos Cerdán, quien era el principal interlocutor con Jordi Turull. Ahora, ese papel lo está ejerciendo el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
El PSC y una posible moción de censura
Junts también había señalado el debate de política general del Parlament, celebrado hace dos semanas, como un termómetro de las relaciones con el PSC, a quien acusaban de mantener discursos contrapuestos en Ginebra y en Barcelona. Los socialistas aprobaron la propuesta de resolución que contenía el preámbulo del Acuerdo de Bruselas, pero rechazaron el texto que reclamaba la negociación de un referéndum en la mesa de Suiza, lo que agudizó las tensiones. Además, los juntistas no han aclarado su posición ante una eventual moción de censura del PP, a pesar de los repetidos llamamientos de los populares en los últimos meses para que se sumen a ella.
La militancia tendrá la última palabra
Desde Junts señalan que cualquier decisión que implique la ruptura de la relación con el PSOE será sometida a votación de la militancia. Este mecanismo es el mismo que se utilizó para el Acuerdo de Bruselas, que permitió la investidura de Pedro Sánchez en 2023. En aquella ocasión, con una participación del 67% de las bases, un 86,16% votó a favor del pacto, mientras que el 13,83% lo hizo en contra. No es la primera vez que Junts se plantea suspender sus relaciones con el PSOE; ya lo hizo a principios de año, cuando Carles Puigdemont reclamó a Sánchez que se sometiera a una cuestión de confianza, una petición que finalmente fue retirada a solicitud del mediador entre ambos partidos, el guatemalteco Francisco Galindo.
Una consulta similar tuvo lugar en octubre de 2022, cuando Junts sometió a votación de sus bases la salida del Govern de Pere Aragonès tras un intenso debate interno. En aquel caso, el resultado fue mucho más ajustado: el 55,73% votó a favor de abandonar el ejecutivo catalán y el 42,39% en contra, con una alta participación del 79,18% de los militantes. Estos precedentes dibujan un escenario incierto ante una nueva consulta sobre el pacto con el PSOE.
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