¿Por qué los jóvenes en España creen cada vez menos en la democracia?
La falta de perspectivas genera un malestar generacional que erosiona la confianza en las instituciones democráticas

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Barcelona - Publicado el
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En los últimos años, se ha observado una preocupante tendencia entre la juventud española: una creciente desconfianza hacia la democracia como sistema político. Diversos estudios y encuestas revelan que una parte significativa de los jóvenes ya no considera la democracia como la mejor forma de gobierno, y algunos incluso contemplan alternativas autoritarias en determinadas circunstancias.
Según el último informe del Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP), solo un tercio de los jóvenes catalanes menores de 35 años cree que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno. Esta cifra contrasta con el 79% de apoyo entre los mayores de 65 años. Además, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) señala que el 12% de los jóvenes españoles de entre 18 y 24 años considera que un gobierno autoritario podría ser mejor en ciertos contextos.
motivos del desencanto
Los expertos apuntan a varios factores que explican esta desafección. En primer lugar, la precariedad económica y la exclusión social afectan profundamente a los jóvenes. Un estudio de Cáritas revela que 2,5 millones de jóvenes en España viven en situación de exclusión, atrapados en un modelo socioeconómico que no les ofrece oportunidades reales de progreso. Esta falta de perspectivas genera un malestar generacional que erosiona la confianza en las instituciones democráticas.
Otro factor clave es la baja participación electoral. Aunque muchos jóvenes expresan interés por la política, menos de la mitad se sienten representados por el sistema actual, lo que se traduce en altas tasas de abstención. Además, la falta de referentes políticos jóvenes y la percepción de que los partidos tradicionales no atienden sus necesidades refuerzan el alejamiento.

La tasa de abstención electoral son altas entre los jóvenes
La polarización ideológica y el auge de discursos conservadores entre los jóvenes también contribuyen al fenómeno. En Cataluña, por ejemplo, los chicos jóvenes muestran más rechazo hacia el feminismo y mayor apoyo a medidas punitivas como la expulsión de migrantes delincuentes.
¿cuánta culpa tienen las redes sociales?
Las redes sociales y las fake news tienen un impacto profundo en la creciente decepción de los jóvenes con la democracia. Por un lado, las redes sociales se han convertido en el principal canal de información para muchos jóvenes, pero también en un espacio donde la polarización, la desinformación y la manipulación emocional son frecuentes. Los algoritmos priorizan contenidos sensacionalistas o extremos, lo que puede distorsionar la percepción de la realidad política y fomentar el cinismo hacia las instituciones.
Las fake news, por su parte, erosionan la confianza en los medios tradicionales y en los actores democráticos. Cuando los jóvenes se enfrentan constantemente a noticias falsas, teorías conspirativas o discursos de odio disfrazados de opinión, se genera una sensación de caos informativo y desconfianza generalizada. Esto puede llevar a la idea de que “todos los políticos mienten” o que “la democracia no funciona”, debilitando el compromiso cívico.

Las redes sociales se han convertido en el principal canal de información para muchos jóvenes
Además, la falta de educación mediática y cívica hace que muchos jóvenes no tengan herramientas para identificar fuentes fiables o analizar críticamente la información. Sin una alfabetización digital sólida, las redes sociales pueden convertirse en un terreno fértil para el desencanto democrático.
¿Qué pasa en europa?
La tendencia no es exclusiva de España. Una encuesta de la Fundación TUI muestra que solo el 57% de los jóvenes europeos entre 16 y 26 años cree que la democracia es la mejor forma de gobierno. En países como Polonia, el apoyo es del 48%. Alemania, en cambio, registra un 71% de respaldo juvenil a la democracia.
Además, el 48% de los jóvenes europeos cree que la democracia está en peligro en su país, y solo el 6% considera que su sistema político funciona bien y no necesita cambios. El euroescepticismo también crece, con muchos jóvenes criticando la falta de eficacia de la Unión Europea.
posibles consecuencias
La pérdida de confianza en la democracia entre los jóvenes puede tener consecuencias graves. Desde el aumento del abstencionismo electoral hasta el riesgo de que surjan movimientos autoritarios, el debilitamiento del compromiso democrático pone en peligro la estabilidad institucional. Además, la falta de participación juvenil puede perpetuar políticas que no atienden sus necesidades, agravando la desigualdad y la exclusión.

La educación cívica es clave para que los jóvenes recuperen la confianza en el sistema político
Para revertir esta tendencia, los expertos recomiendan fortalecer la educación cívica, fomentar la participación política desde edades tempranas y garantizar que las instituciones sean más inclusivas y representativas. La democracia, para sobrevivir, debe adaptarse a las demandas de las nuevas generaciones.



