Vecinos de El Salobre denuncian caos por un centro de menores: “Vivimos con temor”

Los vecinos del Salobre, en el sur de la isla de Gran Canaria llevan años alertando sobre los problemas de seguridad y convivencia vinculados a un centro de menores migrantes no acompañados. Según denuncian los residentes, las incidencias han ido en aumento y generan un profundo malestar, especialmente entre quienes viven cerca del centro.

Santiago, presidente de la Asociación de Vecinos de Santa Margarita, relata que los altercados son frecuentes y que incluso ha habido incendios provocados en la vivienda. “Yo estoy en la calle principal y veo muy a menudo a los bomberos subir, que van hacia donde viven ellos. Los vecinos se quejan porque les rompen las puertas, las ventanas… un desastre. Hay quienes quieren vender sus casas”, explica con preocupación este vecino en los micrófonos de Herrera en COPE Canarias.

Los vecinos se quejan porque les rompen las puertas, las ventanas… un desastre. Hay quienes quieren vender sus casas”

Santiago vecino de El Salobre 

Además, asegura que las reuniones con el ayuntamiento no han dado frutos y que incluso ha habido procesos judiciales sin consecuencias prácticas.

Críticas a la inacción política

Juan Manuel Mejías, otro vecino afectado, lanza duras críticas a los responsables municipales y recuerda que este no es un caso aislado. “No solo en El Salobre, también en Lomo La Presa hay otra de estas viviendas. Los políticos que antes prometían soluciones cuando no estaban en el gobierno, ahora no aparecen”, declara.

Mejías lamenta que los incidentes sean prácticamente diarios y considera que una de las soluciones pasa por reforzar la vigilancia dentro de estos centros. “La Policía nos dice que no es su competencia directa. Que la seguridad debe proporcionarla la empresa gestora del centro”, comenta.

La Policía nos dice que no es su competencia directa. Que la seguridad debe proporcionarla la empresa gestora del centro

Juan Manuel Mejías vecino de El Salobre 

Desde el Gobierno de Canarias, la directora general de Protección a la Infancia y las Familias, Sandra Rodríguez, defiende el enfoque educativo de estos espacios. “No se trata de centros de vigilancia, sino de hogares. Allí trabajan educadores, trabajadores sociales, pedagogos y maestros. No se contempla tener vigilancia privada ni guardias de seguridad”, explica.

El reto de la integración  

Rodríguez reconoce, no obstante, la sobreocupación en algunos centros debido a la situación de emergencia migratoria. “El centro en cuestión acoge a 59 chicos, cuando la media debería ser de 30. Se ha prorrogado la situación de emergencia y eso permite ampliar plazas, pero también incrementa el reto de encontrar personal cualificado”, indica.

El centro en cuestión acoge a 59 chicos, cuando la media debería ser de 30.

Sandra Rodríguez directora general de Protección a la Infancia y las Familias del Gobierno de Canarias

La directora subraya que el objetivo es integrar a los jóvenes migrantes en la sociedad canaria y ofrecerles una educación en valores. “Queremos que aprendan normas de convivencia y se adapten lo mejor posible”, concluye.

Mientras tanto, los vecinos reclaman soluciones urgentes para recuperar la tranquilidad en su zona. El conflicto entre convivencia e integración sigue abierto y, de momento, sin una solución a corto plazo.