Los hosteleros de El Tubo de Zaragoza ven con preocupación la repercusión del derrumbe de la calle Estébanes

El corazón de El Tubo de Zaragoza se ha visto afectado estos días, por el desprendimiento de la fachada trasera de un edificio en la calle Estébanes, en los números 12-14. El incidente, que se produjo el pasado viernes 31 de octubre por la tarde, obligó al cierre de un tramo de la popular zona de tapeo y a la clausura temporal de varias terrazas de hostelería, como las de El Plata (actualmente Kenbo), la terraza Libertad, Buisán y Almáu. El suceso ha generado una notable preocupación e incertidumbre entre los empresarios y trabajadores de la zona, una de las más concurridas de la capital aragonesa.

Isabel Palacín, gerente de la asociación de hosteleros de El Tubo, ha calificado el hecho como "un susto" en declaraciones a COPE Zaragoza. Según ha explicado, desde la asociación se pusieron en contacto inmediatamente con el consistorio para conocer el alcance de la situación. La respuesta municipal ha sido una promesa de celeridad: "van a intentar actuar con la con la mayor rapidez posible", ha señalado Palacín, consciente de que el cese de negocio es obvio y cada día de cierre agrava las consecuencias.

Incertidumbre y pérdidas económicas

El impacto económico del cierre es la principal preocupación para los afectados. Palacín ha estimado que, mientras negocios como El Plata están completamente cerrados, otros sufren un cese parcial muy significativo. "Buisán es su terraza, la que está cerrada, con lo cual ahí también están perdiendo casi un 80 por 100, y Almáu es un 45 por 100, hemos estimado", ha detallado. Esta situación no solo afecta a los propietarios, sino también a las familias que dependen de estos empleos.

No solamente es el cerrar el negocio, sino los empleos que allí generamos"

Isabel Palacín

Gerente de la asociación de empresarios de El Tubo

La gerente de la asociación ha querido poner el foco en el drama humano que subyace tras el cierre. "No solamente es el cerrar el negocio o el tener parcialmente cerrado el negocio, porque no puedes utilizar tu terraza, sino los empleos que allí generamos", ha afirmado. Aunque todavía no existe una cifra exacta del número de trabajadores afectados por ser un suceso "muy reciente", la inquietud es máxima mientras se buscan soluciones conjuntas con las autoridades.

A pesar de la gravedad para los locales clausurados, Palacín ha aclarado que el impacto no se extiende al resto de la zona. "Al resto de negocios seguramente no les afectará, porque, por suerte, el tubo tiene acceso desde diferentes calles", ha explicado. Esto permite que la actividad continúe en la mayoría de establecimientos, que pueden seguir recibiendo clientes desde vías como la plaza Sass o la calle Libertad.

Actuación municipal y seguridad

La reapertura de los negocios está supeditada a las garantías de seguridad. Durante la mañana de este lunes, técnicos municipales han visitado el inmueble para evaluar los daños. La primera medida consistirá en apuntalar el edificio para su estabilización, un paso que desde la asociación consideran clave para poder retomar la actividad. Palacín ha transmitido una relativa calma al respecto: "mientras todo esté seguro, nosotros estamos más o menos tranquilos".

Habría que repasar un poco el resto de solares que están vacíos para que esto no vuelva a pasar"

Isabel Palacín

Gerente de la asociación de empresarios de El Tubo

Más allá de la solución a este problema puntual, el incidente ha puesto sobre la mesa la necesidad de medidas preventivas. Según ha revelado Palacín, la asociación ha aprovechado para solicitar al consistorio que se revise el estado de otros solares y edificios vacíos en la zona para evitar que una situación similar se repita. "El ayuntamiento se ha comprometido a revisarlos, pues para que esto no vuelva a pasar", ha concluido la gerente, abriendo la puerta a futuras actuaciones de conservación y urbanismo en el emblemático Tubo de Zaragoza.