¿Sabes realmente qué dices al pedir una "miaja"? ¡El secreto que pocos conocen!
De sonar en las conversaciones más cotidianas a guardar un secreto muy poco conocido

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Jaca - Publicado el - Actualizado
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Decimos “dame una miaja” casi sin darnos cuenta. Lo usamos en Aragón, en Andalucía o en Murcia, como si siempre hubiera estado ahí. Pero detrás de esta palabra tan pequeña se esconde una de esas historias que enlazan el habla cotidiana con un pasado insospechado. Una pista: su rastro aparece en antiguos archivos aragoneses.
Una palabra que usamos sin pensar
En España, pedir una miaja equivale a pedir “un poco” o “una pizca”. La Real Academia Española la define como “cantidad pequeña”, pero no explica de dónde procede esta palabra tan curiosa. Para descubrirlo hay que retroceder siglos, cuando los mercados medievales necesitaban monedas de ínfimo valor para cuadrar cuentas.
En los archivos aragoneses aparece documentada una pieza llamada mealla o meaja, equivalente a medio dinero. Tan humilde que apenas servía para pagar nada, pero imprescindible para ajustar precios.
Aquella moneda circulaba en Jaca, cuna del famoso dinero jaqués, y con el tiempo su nombre acabó transformándose en la palabra que hoy utilizamos: miaja.
De designar medio dinero, pasó a significar “muy poco” o “casi nada”. La semejanza con migaja reforzó el cambio, hasta que el uso popular consolidó la forma que todavía conservamos.

Miaja de Pedro I de Aragón
De los Pirineos al resto de España
Aunque nació en el Pirineo Aragonés, la expresión se extendió rápido. Hoy se escucha en Aragón y Navarra, pero también en Andalucía o Murcia, donde incluso existe la variante cariñosa “una miajita”. Lo que comenzó como un término de los mercados medievales jaqueses se convirtió en un rasgo coloquial de todo el idioma español.

Grabado de las Murallas de Jaca. F.J Parcerisa
Cada vez que pedimos “una miaja” estamos repitiendo una herencia medieval que ha sobrevivido gracias a la lengua. Es un eco de comerciantes, monedas humildes y costumbres que dejaron huella en nuestra forma de hablar.
Sabías que…
- La miaja fue en origen medio dinero, documentado en los archivos de Aragón
- El dinero jaqués fue una de las monedas más influyentes de la Corona de Aragón.
- La semejanza con migaja ayudó a que la palabra se extendiera.
- En Andalucía es común la forma “una miajita”, mientras que en Aragón y Navarra se mantiene la clásica.
- Pedir hoy “una miaja” es repetir, sin saberlo, una huella medieval que nació en Jaca y llegó a todo el país.