Granitos en la espalda, escote o glúteos: las causas que no estás teniendo en cuenta, según Cristina Galmiche
Con el calor y la exposición al sol, muchos notan la aparición de granitos en la espalda, el escote o incluso en los glúteos. Aunque solemos pensar que se trata de un problema meramente estético, lo cierto es que estas erupciones pueden tener causas hormonales, cosméticas o higiénicas que conviene conocer

Granitos en la espalda, escote o glúteos: las causas que no estás teniendo en cuenta, según Cristina Galmiche
Málaga - Publicado el
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“Tendemos a ocultarlos o simplemente taparlos con la ropa, pero estos brotes no aparecen porque sí”, advierte Cristina Galmiche, especialista con casi cuatro décadas de experiencia en el cuidado de la piel. En su consulta, cada verano se repite el mismo patrón: “Pacientes que nunca han tenido acné facial, pero que desarrollan granos en el cuerpo. Y no es casualidad.”
Estas lesiones no son solo una cuestión de imagen: “La piel habla. Cuando aparecen estos brotes en zonas como la espalda, el escote o los glúteos, hay que escucharla. A veces lo que nos está diciendo es que algo no está bien ni por fuera… ni por dentro”, subraya en los micrófonos de COPE.
¿Por qué salen más granitos en verano?
Durante los meses de calor se combinan varios factores que favorecen la aparición de brotes:
“La temperatura alta activa la proliferación de una bacteria llamada Cutibacterium acnes, que se siente especialmente cómoda en ambientes cálidos y húmedos”, explica Galmiche. Esta bacteria, junto a un exceso de grasa producido por las glándulas sebáceas, puede bloquear los poros y desencadenar el brote.

Cutibacterium acnes, bacteria que forma parte de la microbiota normal de la piel
“No es que el sudor sea sucio, pero sí es un factor que favorece la infección cuando no se limpia correctamente”, apunta.
Causas hormonales que no debemos ignorar
Una de las claves menos conocidas es el papel que juegan las hormonas. “El acné corporal puede estar directamente relacionado con desequilibrios hormonales, especialmente en mujeres”, afirma la experta. Esto explica por qué muchas pacientes tienen brotes recurrentes en momentos como: el ciclo menstrual, cambios hormonales (embarazo, menopausia) y situaciones de estrés o ansiedad.
En estos casos, “no basta con poner una crema puntual. Hay que hacer un análisis más profundo. A veces derivamos al ginecólogo o al endocrino”, indica Cristina Galmiche.
Los errores más comunes
Uno de los grandes fallos es aplicar en el cuerpo los mismos productos que en el rostro… o incluso usar cosméticos demasiado agresivos. “Muchos exfolian en exceso pensando que así limpian la piel, pero lo que provocan es un efecto rebote: la piel se irrita y produce más grasa”.
Además, “en verano abusamos de aceites, brumas corporales y solares con filtros no adecuados para piel grasa. Todo eso obstruye”, señala.
Por eso, Galmiche insiste en la importancia de elegir siempre productos no comedogénicos, texturas ligeras y seguir una rutina constante adaptada al tipo de piel.
Qué hacer para evitar que salgan
Para prevenir estos brotes, Cristina Galmiche nos ha dado estos cinco tips:
1. Ducha inmediata tras hacer deporte o sudar mucho.
2. Evitar ropa muy ajustada y tejidos sintéticos.
3. Usar geles suaves específicos para piel con tendencia acneica.
4. Exfoliar 1 vez por semana con un producto no abrasivo.
5. Aplicar lociones corporales específicas con ingredientes como ácido salicílico o niacinamida.
“Una buena rutina corporal es igual de importante que la facial. No hay que esperar a que salga el grano para actuar”, sentencia.
¿Y si ya han salido? ¿Cómo se tratan?
La clave está en no manipular el granito ni aplicar remedios caseros sin control. “Hay quienes usan alcohol o pasta de dientes. Es un error. Lo único que conseguimos es irritar más la piel”. En lugar de eso, recomienda realizar un tratamiento localizado con ingredientes como ácido azelaico o retinoides suaves, evitar la exposición solar directa sobre el brote y consultar a un especialista si hay dolor, inflamación o tendencia a dejar marca. “El acné corporal puede dejar cicatrices importantes si no se trata bien”, sentencia tras casi cuarenta años estudiando y trabajando con la piel.
El impacto emocional también importa
Más allá de lo físico, Galmiche subraya el componente emocional: “Hay personas que dejan de ir a la playa o se sienten incómodas con su pareja por culpa de estos granitos”. La experta pide que no se minimice el problema: “La piel es parte de nuestra identidad. Cuidarla no es superficial: es una forma de cuidarse a uno mismo”.
Los granitos en la espalda, el escote o los glúteos no son solo una molestia veraniega. Detrás pueden esconderse causas que merece la pena atender. La buena noticia es que hay soluciones eficaces y accesibles, siempre que actuemos con conocimiento y constancia.