"La Magna Mariana es un testimonio multitudinario de amor a la Santísima Virgen", afirma el Obispo de Huelva, Don Santiago Gómez Sierra.
Huelva vive un día de gran fervor y devoción con la celebración de la Magna Mariana en el marco del Año Jubilar de la Esperanza. Un evento que ha superado todas las expectativas

Obispo de Huelva en su visita a las distintas Parroquias y Hermandades
Huelva - Publicado el
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Huelva vive un día lleno de fervor y devoción mariana con motivo de la Magna Mariana, un evento excepcional en el marco del Año Jubilar de la Esperanza, declarado por el Papa Francisco. En una entrevista exclusiva con el Obispo de Huelva, Don Santiago Gómez Sierra, se ha revelado el profundo significado de esta manifestación de fe, que ha desbordado las expectativas de los organizadores.
Según el Obispo, este evento no es solo una celebración religiosa, sino también un testimonio multitudinario de amor a la Santísima Virgen, que se refleja en la movilización de los pueblos, barrios y parroquias de la ciudad. "Toda la movilización que hay en la ciudad, en los pueblos, en los barrios... ya por sí misma habla del amor a la Virgen, de cómo está metida en el alma del pueblo y de la sociedad", afirmó Don Santiago.
El evento se realiza bajo el signo de la esperanza, un tema central en el Año Jubilar proclamado por el Papa Francisco. "La Virgen no solo lleva el título de ‘Esperanza’, sino que ella misma es esperanza, pues está sujeta en cuerpo y alma a los cielos. Ella va por delante de nosotros en lo que será nuestro destino", explicó el Obispo. La Virgen, como madre y reina de la paz, es la intercesora ante Dios, y a ella se le pide también por la paz del mundo.
La respuesta de la población ha superado todas las expectativas. La convocatoria de la Magna Mariana invitó a las vírgenes coronadas canónicamente, así como a las titulares de hermandades sacramentales, y la respuesta fue generosa. A pesar de que algunas hermandades no participarán en la procesión de esta tarde, las calles de Huelva están adornadas, y la ciudad muestra un ambiente festivo y devoto, que refleja la alegría de la fe vivida intensamente por los habitantes de la ciudad.
Don Santiago, quien también se mostró sorprendido por la acogida, destacó que "la alegría que hay es el testimonio de una fe viva y experimentada, el amor de Dios a través de su madre, y ese amor nos hace sentirnos felices." Esta felicidad y fervor se palpaban claramente en las calles de Huelva, donde la Virgen se ha convertido en un símbolo de unidad y esperanza para todos.
En resumen, la Magna Mariana no solo es un evento religioso, sino un símbolo de la vitalidad de la fe en Huelva, que ha movilizado a toda una ciudad en torno a la esperanza y el amor a la Virgen María. La ciudad está lista para vivir un momento de devoción que quedará grabado en la memoria colectiva de la diócesis.