El pueblo más alto de toda Europa se encuentra en Granada: a 2.000 metros del nivel del mar y con menos de 300 habitantes
Esta localidad está situada en una famosa estación de esquí de Granada y, aunque parezca difícil, tiene habitantes permanentes

Pradollano, en Sierra Nevada
Madrid - Publicado el
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En España no faltan localidades que desafían a la altitud. Desde pequeños pueblos de montaña en los Pirineos hasta aldeas escondidas en la Cordillera Cantábrica, hay decenas de núcleos habitados por encima de los 1.500 metros.
Sin embargo, ninguno llega tan alto como el que se encuentra en pleno corazón de Sierra Nevada, en la provincia de Granada, y que además ostenta un récord que traspasa fronteras: es el pueblo más alto de toda Europa.

Estación de esquí de Sierra Nevada
PRADOLLANO, A 2.078 METROS SOBRE EL NIVEL DEL MAR
Se llama Pradollano y está situado a nada menos que 2.078 metros sobre el nivel del mar. Esto significa que sus vecinos viven a mayor altitud que en cualquier otra localidad europea habitada de forma permanente. Pertenece al municipio de Monachil y, aunque su población estable ronda los 300 habitantes, en invierno se transforma por completo gracias al turismo.
Pradollano no es solo un lugar donde vivir, sino el epicentro de la Estación de Esquí de Sierra Nevada, una de las más reconocidas de España y de Europa. Su ubicación privilegiada, a los pies del Mulhacén —el pico más alto de la península ibérica, con 3.479 metros—, le permite ofrecer vistas y paisajes que parecen sacados de una postal.

Observación de perseidas en Sierra Nevada 2025
Aunque su censo sea reducido, Pradollano está preparado para recibir multitudes. Cuenta con unas 5.000 plazas hoteleras y, en temporada alta de nieve, puede llegar a albergar hasta 15.000 visitantes diarios. Es un contraste llamativo: de un tranquilo pueblo de montaña a un animado centro turístico en cuestión de días.
Este cambio se nota especialmente entre el invierno y el verano. Durante los meses fríos, las pistas de esquí y las calles se llenan de deportistas, familias y visitantes de toda Europa. En verano, en cambio, el ambiente es mucho más tranquilo, con un turismo centrado en el senderismo, el ciclismo y la contemplación de la naturaleza.
En verano el ambiente en el pueblo es mucho más tranquilo, como ocurre mismamente en Sierra Nevada
EL PUEBLO QUE NACE JUNTO A LA ESTACIÓN DE ESQUÍ
Pradollano nació junto con el desarrollo de la estación de esquí, aunque el topónimo es anterior. Su nombre hace referencia a una zona relativamente llana en medio de un entorno montañoso, algo poco común en Sierra Nevada.
El origen moderno de la localidad se remonta a 1964, cuando el Ayuntamiento de Granada compró unos terrenos a las monjas adoratrices para impulsar el proyecto turístico. Desde entonces, el núcleo ha crecido adaptándose a las necesidades de la estación, siempre manteniendo su arquitectura adaptada a la alta montaña.
Vivir o visitar Pradollano significa estar rodeado de naturaleza en estado puro. La localidad está dentro del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, un espacio protegido que alberga una biodiversidad única, con especies que solo pueden encontrarse aquí.
En invierno, el manto blanco convierte el paisaje en un paraíso para esquiadores y snowboarders. En verano, las nieves se retiran y dejan paso a praderas y senderos que suben hasta cumbres de más de 3.000 metros. Es un destino que ofrece planes todo el año, aunque con dos caras muy distintas según la estación.

Imagínate lo que es vivir en Sierra Nevada
En verano, la tranquilidad regresa. Es la época de quienes buscan desconectar del calor sofocante de las ciudades, ya que las temperaturas en Pradollano suelen ser agradables incluso en los días más calurosos de julio y agosto.
A pesar de su singularidad, mucha gente no sabe que Pradollano no solo es el pueblo más alto de España, sino también el más alto de Europa. Otros lugares como Valdelinares, en Teruel, o Trevélez, también en Granada, están a gran altitud, pero ninguno alcanza los 2.078 metros que ostenta esta pequeña pedanía.
Vivir en Pradollano no es para todos. El aislamiento invernal, las carreteras cubiertas de nieve y la dependencia del turismo marcan el día a día de sus habitantes. Sin embargo, para quienes aman la montaña, es un privilegio despertarse cada día con vistas a Sierra Nevada y sentir que se vive literalmente entre las nubes.