Ya te contábamos la semana pasada que, con la escalada de los precios de la energía, así como el cierre del grifo del gas por parte de Rusia, muchas son las personas que están empezando a plantearse que, en lugar de poner la calefacción, este año va a tocar tirar de chimenea. Y, con la llegada esta semana del frío nocturno y los abrigos, ha llegado el momento de ponerse manos a la obra, pero no todos han nacido con una maña innata para encender fuegos, ya sea en las barbacoas o en las chimeneas caseras.

Aunque el 70% de las calefacciones se alimentan de gas natural y electricidad en Europa, cada vez se están utilizando otros recursos para caldear las casas. Y alguno que otro suele desperdiciar paquetes de pastillas de encendido y aun así no consiguen prender unos cuantos troncos de leña. Por eso, te enseñamos el truco casero para hacerlo sin necesidad de tener que comprar paquetes y paquetes de pastillas, ni comerse la cabeza con cómo tenemos que colocar las bolas de papel entre la madera.

Calentar la casa con la chimenea: diferencia con el gas

La madera de roble y de encina son las más solicitadas para calentar las casas. Y de la misma manera, aumentaron las ventas de estufas de leña, frente a las de gas. Esto ha hecho, por ende, que el precio de la leña haya aumentado. David es el encargado de la empresa Leñas Ricosán, en Segovia, y ha sido el encargado de explicar al copresentador de 'La Tarde', Fernando de Haro, cómo ha incrementado su producción. De hecho, al aumentar la demanda, la planta ha tenido que contratar a más personas para poder aumentar así la producción de leña.

"Es cierto que es un calor diferente al que proporciona el gas y la electricidad", aseguraba David. En este sentido, daba algunos consejos pensando en todos aquellos oyentes que están planteándose la posibilidad de pasarse al uso de la leña. "Igual que con el gas, que ponemos la temperatura y no la dejamos así todo el día, hay que dedicarlo un ratito a la leña", ha explicado.

El truco para encender la chimenea sin pastilla ni papel

Lo primero que hay que tener en cuenta es cómo debemos colocar la madera: con forma de tienda de campaña, dejando un hueco en el centro y, esto es muy importante, usando únicamente trozos secos, porque puede que no prendan o terminen echando un humo muy molesto. Teniendo eso en mente, podemos usar pastillas, que prenden rápidamente, o bolas de papel. Si optamos por esta última hay que saber dónde colocarlas.

Lo primero es que no debemos apretarlas demasiado y que debe tener más o menos el tamaño equivalente a nuestro puño. Debemos colocarlas debajo de las ramas pequeñas y, una vez suba el fuego, debajo de uno de los troncos principales. Pero, si no optamos por ninguna de estas dos opciones, hay un truco casero.

Muchas personas tienen la costumbre de hacer acopio de los corchos de las botellas de alcohol o de vino. Y, si no es el caso, podemos guardar unas pocas y almacenarlas dentro de un bote, en el que verteremos posteriormente el alcohol. Una vez estén todas impregnadas, iremos sacando los corchos conforme vayamos queriendo encender una chimenea. El alcohol hará que prenda muy rápido, por lo que tendremos que tener cuidado al encenderlo, pero su composición hará que se mantenga prendido más tiempo que el papel y es más económico que las pastillas.