La generación millenial la reconocerán fácil: la Game Boy marcó una generación con sus juegos estrella como ‘Zelda’, ‘Super Mario’ o ‘Pokémon’, pero fue gracias a uno en concreto que consiguió convertirse en la tercera consola más vendida de la historia. El ‘Tetris’ logró que, a lo largo de su historia entre la ‘Game Boy’ y la ‘Game Boy Color’ se vendieran a lo largo del mundo casi 120 millones de dispositivos, gracias a una revolución que tuvo lugar en 1989.

Nintendo presentó a principios de los 90 un prototipo llamado “Dot Matrix Game” y consiguió unas cifras de 4 millones de unidades vendidas solo en su primer año, el doble que la Mega Drive de SEGA. No obstante, como comentábamos, el objetivo era conseguir el juego estrella. La empresa japonesa se puso en contacto con el gobierno ruso y con el dueño de la patente para sacar al mercado una nueva versión de ‘Tetris’ que revolucionó el mercado.

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Durante diez años aparecieron otros videojuegos que rompieron moldes de la misma manera y que completaron la leyenda de la Game Boy: Metroid, Mario o Zelda se convirtieron en fenómenos de masas. No obstante, el público empezó a pedir más: querían una consola portátil a color, como las que tenían en su salón.

La llegada de nuevas Game Boy

Casi una década después de su lanzamiento, Nintendo comenzó a dar pequeños guiños a esos fans que querían una pantalla colorida con la iniciativa “Play It Loud!” que consistía, simplemente, en lanzar nuevas versiones: rojo, amarillo, verde, negro, azul, blanca y con carcasa transparente. No obstante, seguía sin ser lo que demandaban los jugadores.

Nintendo se puso manos a la obra y desarrolló Game Boy Pocket, una nueva versión de Game Boy más pequeña, más ligera y, lo más importante, que necesitaba de pilas AAA en lugar de las de mayor tamaño originales. Esto le daba un total de 10 horas de juego ininterrumpidas a los nuevos dispositivos. No fue hasta 1998, nueve años después del nacimiento, que llegara la esperada Game Boy Color, en medio de la fiebre por la segunda generación de Pokémon (rojo, azul y amarillo).

El fin de las Game Boy

En 2001 llega la última gran revolución con el estreno de la Game Boy Advance con una pantalla más grande, de mucha más resolución y un cambio drástico en los controles que la acercaba más a los mandos de las consolas no portátiles. A la Advance siguió la Advance SP y, por último, la Game Boy Micro. Estas últimas dos las fabricaron hasta 2008, años que se puso punto y final a toda una generación de diversión.