El consumo de azúcar es una preocupación para muchos, que buscan reducirlo en su día a día, bien intentando prescindir de él o buscándole un sustitutivo. Este problema se agrava en las personas que padecen diabetes, que deben tener especial cuidado con este alimento. En España hay casi 6 millones de personas con diabetes y el 20% de esos pacientes tiene problemas de obesidad y casi el 40% de sobrepeso.

Un nuevo estudio relaciona la diabetes y la obesidad con el horario de nuestra cena. De manera reciente, la revista 'Nutrients' ha comparado el efecto de comer los mismos alimentos durante el día y durante la noche y los resultados han sido sorprendentes. Pese a haber comido exactamente lo mismo, lo que consumieron los alimentos por la noche presentaban cierta resistencia a la insulina, lo que supone mayor riesgo de tener diabetes.

Otro estudio similar ha estudiado qué supone cenar lo más pronto posible, frente a hacerlo tarde y mientras que los primeros tenían más capacidad para quemar grasa y menos riesgo de diabetes, en el segundo grupo ocurría lo contrario. Con estos datos,se podría apuntar que cenar temprano y varias horas antes de irse a dormir puede ayudar tanto a prevenir la obesidad como la diabetes.

Además, para sustituir el azúcar, hay un alimento que puede convertirse en nuestro aliado, el azúcar de coco. Es un endulzante, muy utilizado en la cocina asiática, que está extendiéndose por el resto del mundo. Se extrae del néctar de las flores de la palmera cocotera. Se evapora su humedad al fuego y termina por formarse una sustancia densa, de color marrón cristalizada, dándole un aspecto similar al azúcar moreno. En cuanto a su composición, el 80% es agua, un 15% azúcar y el restante, minerales.

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Cuáles son los beneficios del azúcar de coco

El azúcar de coco es una muy buena alternativa al azúcar tradicional, tanto por sus propiedades, como por el uso que podemos darle en nuestra cocina. Por un lado, contiene hasta 16 del total de 20 aminoácidos que necesita nuestro cuerpo para funcionar de manera correcta y, junto a eso, es fuente de minerales y nutrientes.

Además, ayuda a la actividad de la flora intestinal, por lo que funciona como remedio al estreñimiento. A esto hay que añadir que favorece el tránsito, evitando digestiones pesadas y ayudar al crecimiento muscular, ya que contiene potasio. El aceite de coco también contiene vitaminas, principalmente B y C, una característica que ayuda a mantenernos activos. Junto a esta cantidad de propiedades, no hay que olvidar que es apto para diabéticos, eso sí, controlando las cantidades ingeridas.

Este superalimento no tiene sabor a coco y puede utilizarse desde sustitutivo del azúcar tradicional en un café o yogur, hasta como ingrediente en distintas recetas de reposterías, como pueden ser los bizcochos, flanes o galletas.