Va a un cajero automático para cambiar 3.000 euros por billetes más pequeños y todavía se arrepiente de la decisión por este motivo
Lo ocurrido le ha pasado factura y este hombre denunciaba lo ocurrido en un medio de comunicación

Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un ciudadano austríaco vivió una escena muy particular que ha trascendido más allá de sus fronteras. Se llama Lothar y, lo que le ocurrió en un cajero automático, no tiene ningún desperdicio (por lo dantesco de la situación). Este hombre fue a un cajero automático con 3.000 euros en mano para cambiar los billetes por otros de menor cuantía.
La transacción no pudo completarse y dejó al cliente con una nota en su mano. Imaginen la cara que se lo pudo hacer quedado a este hombre.
"Decía que mi dinero ya estaba guardado de forma segura y separada en el cajero automático, y que debía contactar con el personal del vestíbulo. Me despidieron con una referencia al fin de semana largo de Pascua, nadie tenía acceso al cajero automático", decía Lothar en declaraciones a un diario de su país.
Esto le ocurría en plena Semana Santa. Por eso, se vio sin esos 3.000 euros durante unos días. La incertidumbre fue máxima. Se encontraba en un sinvivir. De hecho, sufrió las consecuencias por no contar con ese dinero.
"Los empleados simplemente dijeron que tardaría. Unas vacaciones planificadas también se vieron afectadas, ya que me faltaban los 3.000 euros", concluía Lothar, quien lamentó la falta de atención que sufrió por parte de la entidad bancaria.
El truco con el que pueden sacar tu dinero del cajero sin clonar tu tarjeta: así funciona el 'Jackpotting'
En los cajeros automáticos podemos llevarnos auténticos sustos, como el hombre anterior que te mencionábamos. Por eso, queremos aprovechar la oportunidad para hablarte de las estafas; un gesto bastante habitual últimamente en ellos. No solo las que tienen lugar en los dispositivos tecnológicos y, concretamente, en nuestras redes sociales como pueden ser Whatsapp o Instagram están a la orden del día, también aquellas que se producen en los cajeros automáticos de los bancos. Estas últimas suelen estar a la orden del día y puede que sean de las más peligrosas.
Para ello existen técnicas muy elaboradas como, por ejemplo, aquella que consiste en observar de lejos a la persona que se dispone a sacar dinero de su tarjeta y así conseguir averiguar su código PIN. También es bastante común colocar un dispositivo conocido como 'skimmer' en la ranura de las tarjetas para leer todos los datos de la tarjeta y poder falsificarla.

Una persona opera con su teléfono inteligente en un cajero automático utilizando la opción inalámbrica o sin contacto
Pero si hay una que tiene tiempo, décadas, y que se está volviendo a implantar perjudicando así a múltiples entidades es la técnica del 'jackpotting', la cual consiste en emplear un malware para que los cajeros expulsen una gran cantidad de dinero sin necesidad de robar o duplicar la tarjeta de crédito. Esta fue la que causó hace ya diez años el robo de un millón de euros en Alemania gracias al virus 'Cutler Maker'.
Ahora bien, ¿cómo se lleva a cabo? Lo primero que hacen los delincuentes es acceder de forma física al cajero de forma normal, sin que nadie sospeche nada.
Tras ello y gracias a un dispositivo USB instalan dicho malware. Una vez instalado, tratan de utilizar varios comandos para que este expulse dinero, aunque no lo hacen ellos, utilizan personas infiltradas que hacen que están usándolo para reunir todo el dinero sin levantar ningún tipo de sospechas.