"Una mujer británica de 70 años muere ahogada en una playa de Roses"; "Luto en Nigrán por la muerte de una niña de 3 años ahogada en una piscina"; "Un hombre muere ahogado en una piscina en Peñíscola y otro en el mar en Burriana"; "Fallece ahogado un niño de 4 años tras caer a una piscina en Málaga". Estos titulares corresponden a los últimos siete días. Todos tienen una palabra que les relaciona, un denominador común: "ahogado".

Y no serán las últimas noticias que hablen de muerte en el mar, ríos o en piscinas, y el verano acaba de empezar. En 2018, en España fallecieron por ahogamiento 372 personas, 285 hombres y 87 mujeres; 163 de estas muertes se produjeron en la playa, 47 en piscinas, 58 en ríos y el resto en otras instalaciones o zonas acuáticas. La mayor parte de esas defunciones, 230 tuvieron lugar durante la época de baño, primavera- verano, entre los meses de mayo y septiembre, ambos incluidos [Datos del Informe Nacional de ahogamientos en 2018 que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS)].

Siniestralidad tan alta requiere que "el ahogamiento deje de ser la muerte silenciada y un riesgo ignorado" como destaca Sebastián Quintana autor del 'Primer Informe Aproximativo sobre el Fenómeno de los Ahogamientos en la Unión Europea' en el que se señala que cada año unas 5.000 personas mueren ahogadas en la Unión Europea (UE).

372.000 personas ahogadas al año en todo el mundo

Cifra aterradora que podemos leer en el Informe mundial sobre los ahogamientos de la Organización Mundial de la Salud. "Un gran problema de salud pública en todo el mundo", tal y como señala el documento que destaca que los traumatismos como consecuencia de accidentes relacionados con actividades acuáticas suponen más de un 9% de la mortalidad mundial total. El ahogamiento, que es la tercera causa más importante de mortalidad por traumatismo no intencional, representa un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos.

Todas las economías y regiones del mundo sufren mortalidad por ahogamiento, especialmente:

• los países de ingresos bajos y medios que concentran el 90% de las muertes por ahogamiento no intencional
• más de la mitad de los ahogamientos del mundo se producen en las regiones del Pacífico Occidental y de Asia Sudoriental 
• los índices de muerte por ahogamiento alcanzan su máximo en la Región de África donde son más de 15-20 veces más elevados que en Alemania o el Reino Unido, respectivamente
• **Aunque en el reportaje nos detenemos en los ahogamientos en tiempo de ocio, no olvidamos a los inmigrantes que mueren buscando una vida mejor: en 2018, según los datos de ACNUR (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados), más de 2.000 personas perdieron la vida en el Mediterráneo. A esto sumamos el toque de atención del Papa Francisco: "Que el Mediterráneo sea un cementerio nos debe hacer pensar. Es una vergüenza".

Entre los diferentes factores de riesgo, la edad es, sin duda, la principal. Señala la OMS que "la edad vinculado en general a lapsos de inatención en la supervisión de un niño" la principal causa de los ahogamientos. A escala mundial, los índices de ahogamiento más elevados corresponden a los niños de 1 a 4 años de edad, seguidos de la franja de edad de 5 a 9 años. En la Región del Pacífico Occidental de la OMS los niños de entre 5 y 14 años de edad mueren más frecuentemente por ahogamiento que por cualquier otra causa.

En España, el pasado año, morían por ahogamiento cuatro niños de entre 0 y 3 años;  nueve pequeños de entre 4 y 6 años y otros tres de entre 7 y 10 años. La población de más edad también se vio muy afectada por esta causa de muerte: 149 personas de más de 65 años sufrieron el fatal desenlace en nuestro país en 2018.

La prevención, clave para evitar ahogamientos

"La mayoría de las muertes por ahogamiento en espacios acuáticos de España se pueden evitar" asevera la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo que aduce a que "solo una decidida intervención de la Administración Pública a través de acciones de prevención, formación y de sanción ante las imprudencias puede incidir en una rebaja sustancial de los fallecimientos en el medio acuático español".

Por ello y aparte de "la formación desde el ámbito escolar y las campañas de prevención, tanto globales como específicas para los segmentos de población con mayor nivel de riesgo, la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo reclama que se implante una política básica estatal en esta materia, que pase por la implementación de un Plan Estatal de Seguridad Acuática y la creación de una estructura administrativa en la Administración General del Estado, al menos con rango de Dirección General, que se encargue de su ejecución".

Entre las medidas que pide la RFESS están: regular la formación mínima de los profesionales de la seguridad acuática, los socorristas; crear una cultura de salvamento y de respeto por el medio acuático y dotar a la población que reside en zonas expuestas a riadas, inundaciones o lluvias torrenciales, de los conocimientos necesarios para mejorar su autoprotección y seguridad.

Consejos para evitar un ahogamiento

Las piscinas particulares son las que registran mayor número de ahogamientos, los niños son los más afectados. Por ello y como cada verano, la Asociación Nacional de Seguridad Infantil lanza la campaña #OjoPequealAgua con la que quiere concienciar de la delgada línea que separa la diversión y el disfrute  en piscinas, playas, ríos, bañeras..., de la tragedia. Para evitarlo pide Supervisión Adulta Permanente.

1. Uno de los errores más comunes de los padres es subestimar los riesgos de una superficie poco profunda y no hay que olvidar que treinta centímetros bastan para que se ahogue un niño. Advertir con rapidez un ahogamiento es clave para evitar un fatal desenlace.
2. Si el ahogamiento fuera en una piscina pública o comunitaria, lo primero que debe hacerse es avisar al socorrista y si la instalación no cuenta con servicio de vigilancia llamar a emergencias al 112.
3. No se puede perder de vista, ni un solo instante a los niños cuando están en el agua o jugando cerca de ella. "Siga la regla 10/20" como aconseja la Asociación Nacional de Seguridad Infantil que consiste en "mirar a la piscina cada 10 segundos, como mínimo, y comprobar que puede llegar hasta donde está el menor con el brazo en menos de 20 segundos".
4. Es aconsejable instalar cercas alrededor de la piscina para evitar el acceso al agua de niños sin vigilancia. 
5. Los flotadores no eximen a los adultos de vigilar a los niños ni evitan ahogamientos. 
6. Las piscinas hinchables no están exentas de riesgos. 
7. Antes de lanzarte a salvar a otra persona hay que estar seguro de que puede hacerlo, de lo contrario, también podría acabar ahogándose.