Cuando hacemos un ejercicio físico sabemos que en el paquete de recompensa pueden venir incluidas las molestas agujetas. Pero ¿qué son exactamente y por qué nos torturan?

"Se trata de roturas de microfibras musculares que se producen cuando el músculo es sometido a un ejercicio superior al habitual y que suelen ir acompañadas de la inflamación del músculo", explica a COPE el doctor Guillermo Recatero, especialista en Medicina del Deporte y miembro de Doctoralia.

Suelen estar asociadas a una baja forma física

EL MITO DEL ÁCIDO LÁCTICO QUE PINCHA

Hace tiempo se explicaba su aparición con una curiosa teoría. "Afirmaba que cuando no estamos preparados o perdemos la forma física, nuestras células se vuelven torpes para quemar azúcar y oxígeno y empiezan a producir un residuo llamado ácido láctico quese cristalizaba dentro del músculo originando el dolor".

Sin embargo hoy en día esta teoría ha sido rechazada. "Se ha demostrado que en aquellas personas que por cuestiones del metabolismo no producen ácido láctico el dolor en los músculos se produce igualmente·". Esto dio lugar a una segunda teoría: la inflamatoria".

"Un músculo está formado por miles de fascículos que a su vez se componen de fibras musculares. Las fibras musculares están formadas por sarcómeras que tienen proteínas actina y miosina. Cuando una persona está en constante actividad todos estos elementos se deslizan entre sí de manera natural y sin ningún problema", explica el doctor Recatero. Sin embargo, cuando apenas se practica actividad física "estas estructuras se inflaman con el roce".

¿ADVIERTEN DE ALGÚN PROBLEMA?

Por lo general, la aparición de las agujetas guarda relación con "una baja forma física, con el inicio de un entrenamiento de forma no escalonada, una mala alimentación, baja hidratación, incluso desajustes en la analítica de sangre, entre otros".

CÓMO PREVENIRLAS Y TRATARLAS

No hay más que "incrementar la actividad física progresivamente". "Tener un músculo en óptimas condiciones es necesario, pero no tiene por qué ser de un solo golpe", advierte el especialista.

Pero si llegamos tarde y ya nos están complicando la existencia existen varias formas para deshacerse de ellas:

.- Aplicar masajes y amasamientos: "El masaje es una técnica fabulosa para drenar los líquidos de la inflamación de un tejido. Después del ejercicio podemos intentar practicar automasajes y veremos excelentes resultados".

Tomar azúcar antes de cualquier esfuerzo es un mito

.- Estiramientos suaves tras la actividad física. "Ayudan a disminuir el tono muscular, relajando al músculo de la tensión del ejercicio".

.- Mantener una correcta hidratación y nutrición muscular: "Los suplementos deportivos son la herramienta perfecta para recuperar lo que hemos perdido durante el ejercicio".

.- Y aunque suene extraño, realizar el mismo ejercicio que nos provocó las agujetas pero a una intensidad menor. "De esta manera ayudamos a movilizar las sustancias acumuladas en el músculo".

.- ¿Es efectivo el remedio de nuestras abuelas de tomar azúcar antes de cualquier esfuerzo? "No, es un mito", zanja el doctor.

.- En caso de mucho dolor se puede tomar un analgésico. También es bueno aplicar 15 minutos de frío en la zona con una bolsa o plástico para evitar quemaduras

TRUCOS DE LA ALIMENTACIÓN

El doctor Guillermo Recatero recomienda "beber agua antes, durante y después del ejercicio". Tras ese esfuerzo necesitamos "reponer sodio, potasio, magnesio, hidratos de carbono o azúcares. Es importante la ingesta después del ejercicio de pan, pasta, arroz, patata, legumbres, frutas y lácteos, también las proteínas, sobre todo aquellas de alto valor biológico como los huevos, lácteos, pescados o carna. También proteínas vegetales como las legumbres o los frutos secos".