La oreja fue de Román, pero la verdad tuvo acento mexicano

En una tarde de calor veraniego, Las Ventas fue testigo de una corrida de Fuente Ymbro que apenas dejó margen para el lucimiento. Solo un toro rompió el tono general de mansedumbre y aspereza del encierro jerezano, y ese fue el que permitió a Román cortar una oreja gracias a una labor generosa y valiente. Por su parte, Diego San Román confirmó alternativa con una actuación entregada y firme ante un lote sin ninguna facilidad, dejando una grata impresión a pesar de marcharse de vacío.

Román se impuso con inteligencia y exposición al quinto, un toro que, sin ser completo, ofreció movilidad y cierta vibración en la embestida. El valenciano lo administró desde los medios, tirando de él a base de temple y toques oportunos. La faena creció en emoción con una voltereta sin consecuencias y unas bernadinas finales que caldearon el ambiente. Aunque la estocada no cayó en su sitio, el conjunto convenció lo suficiente como para arrancar una oreja. 

Antes, había intentado sin éxito afianzar una labor ante un tercero deslucido y defensivo.

Diego San Román firmó una confirmación de alternativa marcada por el compromiso y el valor. Ya en su quite por gaoneras en el primero dejó muestra de su disposición, que reafirmó al iniciar la faena de rodillas en los medios. Pero el toro se rajó de inmediato, negándose a seguir la muleta. El mexicano mantuvo la entereza y lo pasaportó con solvencia. 

En el sexto, un serio ejemplar que desarrolló un peligro seco y violento, San Román no dio un paso atrás. Plantado en los medios, aguantó con firmeza escalofriantes arrancadas y fue poco a poco imponiéndose a base de naturales profundos y de gran mérito, en los que el toro terminó por mostrar su falta de raza. Media estocada delantera y la escasa petición dejaron sin premio una actuación que mereció más.

Curro Díaz, que abría cartel y ejerció de padrino de alternativa, apenas pudo dejar detalles sueltos. Ni el primero, escaso de poder y sin empuje, ni el cuarto, cinqueño de imponente estampa pero vacío por dentro, le ofrecieron opciones. El linarense puso voluntad, pero la faena nunca encontró continuidad ni transmisión.