De recibir el brindis a intervenirle de una grave cornada. Ese fue el relato de una nueva tarde tintada en sangre para Gonzalo Caballero con el doctor Máximo García Padrós como co-protagonista. El diestro madrileño brindaba su primera faena en Las Ventas el pasado Día de la Hispanidad al galeno en recuerdo a su intervención en la pasada Feria de San Isidro. Diez minutos después, Caballero después volvía a caer herido de gravedad. Al entrar a matar al toro de Valdefresno, se tiró sobre los pitones y uno de ellos le seccionaba la vena femoral. El reguero de sangre que dejó camino de las manos de García Padrós.

En El Albero de esta semana, el doctor explicaba el torero había sufrido en las últimas horas una pequeña insuficiencia renal, una circunstancia “que es normal por la cornada y los líquidos perdidos. Está con sus tratamientos y juega a su favor que es una persona joven y sana”.

Lo que quiso confirmar el cirujano jefe de Las Ventas es que “la cornada no llegó a tocar el nervio ciático pese a lo que se publicó en algún sitio. También dijeron que si el pitón había llegado al riñón. Pero nada de eso sucedió. Bastante tiene Gonzalo con lo que tiene”

El último parte médico emitido este miércoles confirmaba que Gonzalo Caballero permanece "estable" en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital San Francisco de Asís de Madrid, "consciente, sin fiebre, respirando espontáneamente y con buena evolución de las heridas quirúrgicas".

El texto también relataba que se ha empezado a darle alimentación, lo cual es buen síntoma de cara a su recuperación, que se prevé larga, por lo que permanecerá varios días más en la UCI "para vigilancia y hasta consolidación de la mejoría", añadía el parte médico.

El doctor García Padrós habló en COPE.es de los momentos vividos tras la cornada y comentó que “calculamos que al llegar a la enfermería había perdido unos dos litros y medios de sangre. Prueba de ello es el chorro de sangre que dejó por el callejón a pesar de que se metió el puño en la herida”.

"Gonzalo Caballero tendrá que una rehabilitación larga y pesada"

Sobre los plazos de recuperación, se mostró cauto: “Hay que esperar. Primero se salvó la vida, después la pierna y ahora hay que ver la función del miembro, a ver cómo queda.

El futuro de la especialidad de la cirugía taurina preocupa al cirujano jefe del coso venteño. Y es que “en familias como las de Carlos Val-Carreres o en la mía tenemos unos hijos que decidieron estudiar medicina y llevan escuchando hablar de estas heridas desde pequeños. Pero es una profesión muy dura. Por ejemplo en Madrid los festejos son en festivos, en horario nocturno en verano... condicionas todo, la familia sobre todo. No se hace por dinero, tienes que tener una afición muy grande. Económicamente no es rentable. Las satisfacciones vienen cuando ves volver a los ruedos a un torero que fue herido grave”.

Más vehemente fue con los toreros y su preocupación por la atención médica en las plazas de toros. “Los toreros nunca han hecho nada excepto Fortes y José Tomás. Pocos toreros se preocupan por la atención médica” en las plazas de toros.

Y puso un ejemplo en contraposición a lo que ocurre en el mundo taurino: “En Fórmula 1, por ejemplo, los pilotos cambiaron dos curvas del circuito de Jerez y pidieron un servicio médico, un helipuerto... y hasta que no se hizo eso no se corrió en Jerez. Si los toreros hiciesen lo mismo...”, concluyó Máximo García Padrós.