MADRID
Emoción y devoción: David Galván deja huella en la Basílica de Jesús de Medinaceli
El torero gaditano emocionó con un testimonio espiritual y un discurso lleno de fervor cofrade ante un templo abarrotado.

David Galván durante su pregón ante la talla de Jesús de Medinaceli
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La Basílica de Jesús de Medinaceli vivió ayer sábado una noche inolvidable con el pregón de la Semana Santa a cargo del diestro David Galván, quien logró emocionar hasta las lágrimas a los fieles con un discurso profundo y cargado de espiritualidad. Con un aforo completo y un "no hay billetes" colgado en la puerta, el torero conectó el arte de la tauromaquia con la devoción religiosa en un testimonio íntimo y personal.
Galván, gran devoto de Jesús de Medinaceli, compartió su propia vivencia de fe y cómo la figura del Cristo ha marcado su vida. Sus palabras, llenas de sentimiento, provocaron una ovación en pie de los asistentes, que no pudieron contener la emoción ante su testimonio.
El acto estuvo además acompañado por la voz del reconocido artista Manuel Lombo, quien interpretó una saeta de gran intensidad, acompañada por la música de la Sinfónica Lira de Pozuelo, que interpretó el himno de Jesús de Medinaceli, generando una atmósfera de profunda veneración.
Como reconocimiento a su contribución a la Hermandad y su papel como embajador de la devoción a Jesús de Medinaceli, Galván recibió de manos del hermano mayor, D. Miguel Ángel Izquierdo, la medalla y el nombramiento como Esclavo de Honor de la Archicofradía, un título aprobado en la Asamblea General Ordinaria de Esclavos.
Este pregón quedó grabado en la memoria de los asistentes como un momento de conexión entre la fe, la tradición y el arte, marcando el inicio de la Semana Santa para esta Archicofradía de Jesús de Medinaceli.