La mejor forma de reducir el sobrecalentamiento y los 'golpes de calor tecnológicos' en tu móvil o tablet: ahorra en costosas averías
Evitar métodos caseros puede marcar la diferencia entre una reparación sencilla y un problema muy serio

Una mujer joven tomando el sol en una piscina mientras utiliza su teléfono móvil
Madrid - Publicado el
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El verano implica más horas de luz a lo largo del día, tiempo libre y ocio en exteriores. Además, las altas temperaturas propias de esta estación (sobre todo durante las olas de calor) pueden afectar negativamente al rendimiento y la durabilidad de los dispositivos electrónicos más comunes.
En un entorno donde móviles, tablets y ordenadores forman parte del día a día incluso en vacaciones, resulta crucial prestar atención a ciertos detalles para evitar daños innecesarios. Sin ir más lejos, muchos expertos en tecnología advierten de la posibilidad de que los aparatos electrónicos puedan alcanzar temperaturas críticas durante los meses de más calor (julio y agosto).

Una mujer sujetando su teléfono móvil al sol
Parece que las temperaturas por fin nos están dando un respiro. Sin embargo, todavía queda casi un mes entero de verano, por lo que pequeños gestos preventivos, tales como modificar rutinas de carga o evitar la exposición directa al sol, permiten mantener el buen funcionamiento de estos equipos y prevenir averías costosas.
CARGAS SIN FUNDA Y SOMBRA CONSTANTE
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Durante los días de playa o piscina, la exposición prolongada al sol puede elevar la temperatura de los dispositivos por encima de los 50°C. Este aumento afecta especialmente a la batería, considerada una de las partes más vulnerables del equipo. Según muchos expertos en la materia, la mejor forma de proteger tus dispositivos es cargarlos sin funda permite que el calor se disipe mejor y reduce el riesgo de sobrecalentamiento durante el proceso.
Colocar móviles o ebooks directamente sobre la toalla, dentro de un coche o expuestos al sol es otro error común. Para evitarlo, se recomienda guardar estos dispositivos en la sombra, reducir el brillo de la pantalla y activar el modo avión si no se utilizan. Estas prácticas ayudan a mantenerlos en una temperatura segura sin renunciar a su uso ocasional.
Enemigos invisibles: agua salada y protector solar
Por otro lado, aunque muchos aparatos actuales disponen de protección contra agua y polvo, esta no suele incluir exposición a agua salada, arena o cremas solares. Tablets y ebooks, por su parte, cuentan con menor resistencia. Si alguno de estos elementos entra en contacto con los dispositivos, la recomendación por parte de los expertos es clara: apagarlos de inmediato y llevarlos a un servicio técnico especializado.

Crema solar en la playa
Evitar métodos caseros, como introducir el equipo en arroz, puede marcar la diferencia entre una reparación sencilla y una avería grave. Además, la arena puede dañar especialmente puertos de carga y altavoces, mientras que el protector solar afecta el funcionamiento de pantallas táctiles y botones físicos.