En los últimos meses, el incremento de los precios de la energía, las materias primas y el transporte ha impactado con fuerza en la industria textil española, hasta el punto de que casi el 100 % de las empresas de este ámbito admiten que sufren los efectos del aumento de estos costes.

Así lo revela una encuesta llevada a cabo por el Consejo Intertextil Español (CIE) a 70 empresas, de las que el 97 % asegura que padece las consecuencias del aumento del precio de la materia prima y el 93 %, el de la energía; mientras que el 70 % admite que se ve perjudicada por los precios del transporte.

La encuesta demuestra que la crisis del suministro de energía "está afectando de manera grave y masiva el equilibrio financiero de las empresas textiles en España", situación que se agrava por el aumento en paralelo de las materias primas y el transporte de mercancías, según un comunicado del CIE.

Ahora, la industria textil deberá hacer frente a una nueva adaptación. Desde el próximo año, de seguir adelante la propuesta del Gobierno, las empresas estarán obligadas a reciclar sus prendas lo que supondrá (previsiblemente) un aumento del coste para el consumidor.

Dichas empresas tendrán prohibido destruir lo que no vende, deberán diseñar un plan de reciclaje y pagar todo el coste que supone dicha estrategia.. algo que repercutirá en la subida del precio de las prendas.

El objetivo de esta medida es el de construir un espacio dedicado al reciclaje de la ropa a través de la figura de la denominada "responsabilidad ampliada del productor (RAP)". Esto impondría mediante Real Decreto a los empresarios a realizar un "sistema de depósito, devolución y retorno". Así, la entidad en cuestión se encargaría de cobrar la 'ecotasa' a aquellas industrias que contaminen en exceso.

"Quedará prohibida la destrucción de excedentes no vendidos de productos no perecederos, tales como textiles, juguetes y aparatos eléctricos, entre otros", se puede leer en el proyecto de Ley que se encuentra en trámite parlamentario.

INICIATIVA QUE TRABAJAN EN EUROPA: ETIQUETADO PARA MEDIR LA SOSTENIBILIDAD DE LA PRENDA

En Europa también se trabaja con esta idea y una de las propuestas que barajan desde Bruselas es la creación de un etiquetado que indique al consumidor el grado de sostenibilidad de la prenda que adquiere. Por tanto, esta normativa podría acarrear un encarecimiento de las prendas. Una iniciativa que pretende incentivar el reciclaje textil ya que, en nuestro país, únicamente se recicla un 12,16% de la ropa que se fabrica. País Vasco se sitúa en el 'top 1', con un 24,9% de estos residuos, frente a otras comunicades autónomas como Canarias, Murcia, Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura. Zonas en las que no se recicla ni el 10% de las prendas adquiridas por la ciudadanía.

Estos porcentajes tan bajos generan un gran impacto ambiental. Las cifras no engañan. Por ejemplo, un kilogramo de fibra de poliéster (el material más utilizado en el mundo) consume 108 kW por hora, 21 litros de agua y emite aproximadamente 3,3 kilos de dióxido de carbono.

Más cifras. La poliamida, que es la que menos se emplea, consume 160 kWh y 40 litros de agua. Además, emite 8,3 kilos de dióxido de carbono. Otros de las fibras más empleadas es el algodón que consume 1.559 litros de agua por un solo kilogramo de fibra.