Antonio Pérez, fisioterapeuta: "El ejercicio de fuerza es igual de importante que lavarse los dientes"
Pese a los muchos cambios en la forma de mirar el gimnasio, todavía hay quienes demonizan los ejercicios de fuerza. La realidad, sin embargo, es que tiene múltiples beneficios para tu salud

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Pese a los muchos cambios en la forma de mirar el gimnasio, todavía hay quienes demonizan los ejercicios de fuerza. Frases como "no me quiero poner muy grande" e, incluso, en casos de mujeres, que todavía creen que hacer fuerza es sinónimo de "acabar como un hombre". Y no, nada más lejos de la realidad.
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Más allá de la ganancia muscular, los ejercicios de fuerza son capaces de fortalecer los huesos, cuidar las articulaciones, regular el azúcar en sangre y proteger el corazón. A largo plazo, este tipo de entrenamientos retrasan el envejecimiento funcional y, por ende, mejora la calidad de vida. Y otro de los beneficios que tiene, más allá de la simple creencia, también previene las lesiones. Y no, no lo decimos nosotros, lo dice la ciencia... y también los expertos.
Antonio Pérez es fisioterapeuta y en una reciente entrevista reconoce que muchas de las lesiones que padecemos a día de hoy no son más que por falta de información, aunque también admite que otras tantas son por no saber leer lo que nos dice nuestro cuerpo. "Cuando uno hace deporte con frecuencia, conoce sus límites y muchas veces supera esa tolerancia y, por tanto, nos lesionamos", subraya.
estar activo PARA EVITAR LAS LESIONES
Entre esas señales de alarma a las que hacer caso apunta, en primer lugar al dolor, "el sistema de alerta de nuestro cuerpo", al mismo tiempo, el fisioterapeuta señala una pérdida de movilidad o incluso de capacidades, como la pérdida de fuerza, así como la inflamación.
Si bien es cierto que, en muchas ocasiones, es imposible no caer en una lesión, sí destaca que el sedentarismo, o el mero hecho de ser joven y creer que no hace falta deporte "es uno de los mayores errores de tu vida", así como el de "no moverte".
"La gran premisa para no lesionarse es mantenerse activo de verdad, alejarse del sedentarismo e introducir en tu rutina siempre el entrenamiento de fuerza, que es igual de importante que lavarse los dientes", asegura este fisioterapeuta.

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Sobre si hay deporte mejor que otro, no se pronuncia, pero sí deja claro que se debe realizar un deporte que no dé pereza, sino que con el que podamos disfrutar. En cualquier caso, recomienda: "Lo óptimo son dos días a la semana que tú entrenes fuerza, y que tengas un mantenimiento activo". A partir de ahí, dice, "se debe fomentar el trabajo de resistencia". Y no estamos solo hablando de levantar nuestro peso corporal, sino "la resistencia cuando andamos o corremos".
Esto, explica, tiene una transferencia en el día a día, lo que ayudará a que estés menos cansado, más motivado e incluso tengas una mayor autoestima. Eso sí, elijas el deporte que elijas, es fundamental que seas consciente de lo que haces cuando vas a entrenar. "Si sales a correr con frecuencia, antes o después te vas a lesionar si no metes entrenamiento de fuerza", de ahí la importancia de esta modalidad.
¿CÓMO EMPEZAR EN EL DEPORTE DE FORMA SEGURA?
Si eres de los que se ha animado a ir al gimnasio ahora, hay una serie de consejos que debes conocer. En primer lugar, abraza el proceso y no obsesionarte con ser el mejor. Obvia lo que hay en las redes sociales, no te compares con nadie y disfruta de tu propio camino. Es posible que sientas que "esto no es para mí", así que en ese momento, simplemente toma aire y sigue hasta que consigas convertirlo en una sencilla rutina.
Date tiempo y respétate, siempre. No vas a ver resultados inmediatos. Llegarán con el tiempo, así que permítete descubrirlos con paciencia y perseverancia.

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No olvides nunca los entrenamientos de fuerza, mejorarán tu salud y también serán beneficiosos para tu día a día.
Y por último, no te obsesiones. Una motivación desmedida puede ser contraproducente. No tienes que ir todos los días a entrenar: respeta los días de descanso para dar tiempo a tu cuerpo a que se recupere para la siguiente sesión. No olvides que se trata de una maratón, no de un sprint, así que no tengas prisa por llegar a ningún lado. Simplemente disfruta del camino.