El delegado territorial de Castilla y León en Ávila da la última hora del incendio: "Tenemos una situación francamente compleja"
José Francisco Hernández recuerda que el primer municipio “en línea recta con el incendio” es El Arenal, que está a 11 km, aunque no descarta que llegue el fuego

Madrid - Publicado el - Actualizado
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El incendio forestal que afecta a los términos municipales de Mombeltrán y Cuevas del Valle, en la provincia de Ávila, continúa su avance en una zona de difícil orografía, complicando las labores de extinción en las que trabajan cerca de 300 medios terrestres y aéreos, junto con efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
José Francisco Hernández, delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila, ha confirmado en una entrevista en La Linterna de COPE que la situación es "francamente compleja" debido a las condiciones meteorológicas, la acumulación de combustible vegetal y la complicada topografía del terreno.

Vista del puesto de mando este martes por Mombentrán
Un incendio que se reactiva
Hernández explicó que, aunque inicialmente se había logrado estabilizar un perímetro de unas 600 hectáreas, el fuego ha vuelto a descontrolarse en uno de sus flancos. "Hemos tenido una última hora muy complicada. Los incendios son muy difíciles de extinguir, hay mucho combustible, rachas de viento y temperaturas muy altas", señaló. El delegado admitió que el balance provisional de hectáreas afectadas ya no puede considerarse aproximado, dado el rápido avance de las llamas en las últimas horas.
La intervención de los medios aéreos se ha visto interrumpida con la caída de la noche, lo que dificulta aún más las operaciones. "Nuestra idea inicial era consolidar el perímetro, pero ahora mismo estamos en un replanteamiento de la estrategia", reconoció Hernández. Los equipos en tierra, compuestos por bomberos forestales, voluntarios de Protección Civil y efectivos de otras comunidades autónomas, trabajan contra reloj para evitar que el incendio se extienda hacia zonas más críticas.
Orografía y viento, factores clave
Uno de los mayores obstáculos para los equipos de extinción es la orografía del terreno, caracterizada por zonas escarpadas y de difícil acceso. "Estamos hablando de mucha montaña, muy inaccesible, con pocos senderos y cortafuegos útiles", detalló el delegado. A esto se suma el viento, que podría aumentar su intensidad durante la noche, avivando las llamas.
Pese a las dificultades, Hernández aseguró que los efectivos están preparados para realizar relevos y mantener la operatividad durante las próximas horas. "Tenemos un contingente de cerca de 250 personas, aunque trabajan de manera simultánea unas 150", precisó. Además, destacó la colaboración de la UME y otras unidades especializadas en la lucha contra incendios.

Vehículo de la Guardia Civil en el incendio de Mombeltrán
Riesgo para núcleos urbanos, bajo control
Respecto a la posible amenaza para zonas pobladas, el delegado territorial indicó que, por el momento, no hay riesgo inmediato. "El núcleo más cercano es El Arenal, que está a más de 11 kilómetros en línea recta", aclaró. No obstante, Hernández prefirió mantener un tono prudente: "Llevo casi 10 años como delegado y he visto situaciones que se complican por cambios meteorológicos. Quiero ser conservador y actuar con todas las reservas".
Mombeltrán y las viviendas diseminadas en la zona tampoco corren peligro en estos momentos, según las últimas valoraciones técnicas. Sin embargo, el incendio ha revivido el temor entre los vecinos, que ya vivieron una situación similar hace 16 años. María Jesús, una afectada, relató en COPE su angustia: "Estamos sin luz por los helicópteros. Se está quemando donde se quemó la otra vez, y ya había pino nuevo. Esa es la pena".
Más sobre el incendio
Tragedia humana en medio de la emergencia
La jornada también ha estado marcada por un trágico accidente: un bombero forestal de 58 años falleció en un siniestro de tráfico mientras se dirigía a participar en las labores de extinción. Aunque no se han facilitado más detalles sobre el suceso, el incidente ha ensombrecido aún más una emergencia que, según Hernández, requerirá de "mucha intensidad y coordinación" en las próximas horas.
El delegado territorial cerró su intervención con un mensaje de cautela: "Tenemos una situación francamente difícil, pero esperemos que seamos capaces de controlarla". Mientras, la población de la zona aguarda con preocupación, consciente de que la noche puede ser decisiva en la evolución de un incendio que, por ahora, sigue sin estar bajo control.




