Hace justo una semana, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ordenaba retirar el borrador de orden general con el que pretendía regular el atuendo y el comportamiento de los guardias civiles y que, entre otras medidas, prohibía los tatuajes visibles y fumar durante el servicio. Esta medida era una petición de las principales asociaciones de la Benemérita.

En cuanto a los tatuajes, los agentes tenían que taparlos o someterse a intervenciones para su eliminación en el plazo de tres meses. También se regulaba que el personal que los llevara registrara los mismos en una base de datos con las características, lugar del cuerpo donde se encontraba, incluso con la posibilidad de adjuntar fotografías del propio tatuaje o tatuajes. 

No obstante, aún quedan oficios en los que llevar tatuajes puede suponer un problema. Sobre todo para los más jóvenes, ya que uno de cada tres españoles entre los 18 y los 35 años, según datos de la Academia Española de Dermatología, los lleva. Estos son algunos de ellos

- La banca: En un sector en el que lo habitual es ir con un código de vestimenta muy formal -traje y corbata, chaqueta americana- es chocante, como mínimo, ver un tatuaje.

- La sanidad: Es un terreno profesional parecido al financiero, al que se suma el trabajar con personas enfermas. Por ello, para médicos y sanitarios llevar tatuajes visibles más allá de la bata puede suponerles un problema para con el paciente, y crearle incomodidad.

- Aviación: Muchas aerolíneas comerciales prohíben enseñar los tatuajes a su personal de a bordo, ya sean pilotos, sobrecargos o auxiliares de vuelo.

En otros trabajos, depende

Más allá de estos sectores, en otros ámbitos depende de varios factores la influencia de un tatuaje. En un campo similar al de la Guardia Civil, como lo son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no está prohibido expresamente tener la piel 'marcada', siempre que no sea un elemento ofensivo. En cualquier caso, a estos puestos se accede mediante una entrevista personal en la que, a buen seguro, van a preguntar por el tatuaje. Para ser bombero, la normativa en cuanto a este tema la marca las bases de la convocatoria de la oposición, aunque generalmente se permiten.

El sector de la hostelería es el más ambivalente: una investigación de la Universidad de Saint Andrews, en Reino Unido, entrevistó a 200 personas para saber qué incidencia tenían las personas tatuadas en un lugar visible del cuerpo. Las presentó en fotografías y las relacionaron con dos ofertas de trabajo: dos puestos de camarero, en un pub y un restaurante de lujo. La mayoría de los participantes unió a los tatuados con el primero, y a los no tatuados con el segundo. 

El profesorado también es un trabajo cada vez más abierto a tener la piel tatuada.