Estamos entrando de lleno en la cuarta revolución industrial, aquella en la que el trabajo humano convive con algoritmos y robots. El mundo cambia cada vez más rápido y eso se refleja en todos los ámbitos y sectores. El mercado laboral no se queda atrás y ya comienza demandar otro tipo de perfiles y a evolucionar en los ya existentes. Además, los perfiles que saldrán de la universidad son distintos a los que realicen una formación profesional. Y en esta ecuación, hay que tener muy en cuenta a las empresas, que juegan un papel clave.

Los expertos auguran que en 2025 desaparecerán 85 millones de puestos de trabajo tal y como los conocemos y se crearán 94 millones nuevos con perfiles diferentes, pero, ¿cuáles son las tendencias que nos esperan y cómo va a adaptarse la formación a las mismas?

En apenas unos años, serán perfiles más tecnificados, más formados, que trabajarán con robot que se comunicarán entre sí y que darán información al ser humano. En cuanto a los ámbitos que más se van a demandar, son las tecnologías de la información y la comunicación y el mantenimiento, así como las energías limpias.

En concreto, se espera que de la universidad salgan los que creen los sistemas y los desarrollen, mientras que de la formación profesional los que operen con los nuevos sistemas y los mantengan. Pere Tuset es profesor de la UOC y ha analizado en COPE cuál es el futuro de la enseñanza: "Una formación de base más genérica, más transversal, más adaptable porque los cambios que van a llegar no sabemos cuáles van a ser y luego a nivel de másteres más especializado".

En cuanto a las empresas, juegan un papel fundamental en el diseño formativo, en especial en la FP que tiene cintura para adaptarse. Luis García, portavoz de los docentes, le pide implicación porque solo acuden cuando les faltan titulados. "Ahí se ponen las pilas, pero cuando no les aprietan los zapatos ya no hay una tradición como existe en otros países de saber que las empresas deberían dejar un huequito para colaborar en la formación", ha explicado.

Por su parte, la palabra más repetida por los expertos es incertidumbre.