Por qué se emplean descargas eléctricas para reactivar el corazón
Hay veces en las que nuestro corazón falla y deja de latir correctamente o completamente

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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Si todos supiéramos identificar una parada cardíaca con precocidad, pedir ayuda y realizar las maniobras de resucitación cardiopulmonar básica, lograríamos reducir en gran medida el número de personas que fallecen o el riesgo de secuelas neurológicas, que ocurren como consecuencia de la ausencia de oxigenación cerebral.
Así lo defiende la Fundación Española del Corazón (FEC), que recuerda que nuestro organismo está compuesto por millones de células que precisan para su funcionamiento de oxígeno y de sustancias que le proporcionan energía, como el azúcar y las proteínas. Estas sustancias están en la sangre, y el aparato cardiocirculatorio (corazón, arterias y venas), que es el encargado de realizar su distribución por todo el organismo.
Para poder entender cómo un corazón se para o deja de latir correctamente, en una entrevista con Infosalus, el cardiólogo del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, el doctor José María Guerra Ramos, explica que este órgano es una bomba que impulsa la sangre.
"Ese efecto de bomba lo consigue con la contracción cardíaca que disminuye el tamaño de las cavidades cardíacas, expulsando la sangre que hay en su interior. Para que esto suceda de forma secuencial y repetida en el tiempo, existe un sistema eléctrico del propio corazón que inicia la contracción", señala el presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
De esta forma, se permite que se contraigan primero las aurículas y después los ventrículos de forma que, las células de las aurículas por un lado y de los ventrículos por otro se contraigan de forma prácticamente simultánea. Hay un impulso eléctrico que llega a las células. A partir de él, éstas se contraen y el resultado final es la contracción cardíaca, según indica.
El latido del corazón se puede ver alterado e incluso pararse algunas veces de forma completa. "La mayor parte de las enfermedades que producen los paros cardíacos en realidad originan contracciones muy rápidas del corazón, de forma que a las cavidades no les da tiempo de llenarse, obteniendo en consecuencia un efecto como si el corazón estuviera parado, aunque en realidad late muy rápido y de forma descoordinada. Sólo hay una pequeña proporción de paros cardíacos en los que el corazón realmente deja de latir", advierte el doctor Guerra.
Entonces, las descargas eléctricas emitidas por los desfibriladores ejercen un efecto de 'reset', gracias a ese choque eléctrico en las células del corazón, de forma que éstas vuelven a latir de forma coordinada y secuencial como en un latido normal, según precisa el presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
En aquellos paros cardíacos que se producen porque el corazón late muy rápido, o rápido pero de forma descoordinada, son muy útiles los desfibriladores, que son la mayoría de los casos. Si bien estos aparatos no sirven en los pocos casos en los que el corazón deja de latir completamente. "La descarga no tiene ninguna utilidad en estos casos, aunque son los menos frecuentes", remarca el miembro de la SEC.