El plato típico de muchas abuelas en España que desata la nostalgia: "Ella se lo enseñó a mi madre y yo se lo hago a mis hijas"
Se trata de un plato muy sencillo que se hacía antiguamente en muchas casas españolas y eso ha hecho que cientos de usuarios hayan recordado su infancia con nostalgia
Una familia española comiendo, 1943
Madrid - Publicado el
3 min lectura
Las redes sociales han desempolvado una receta tradicional y muy típica en cientos de pueblos de nuestro país. En este caso, hablamos de un plato muy sencillo que se hacía tradicionalmente con tan solo dos ingredientes y que ha rescatado el perfil de TikTok @lasrecetasdemimadre. El vídeo ha acumulado cientos de comentarios de usuarios que han recordado, con mucha nostalgia, su infancia.
Estamos hablando tan solo de "las sobras del huevo y pan rallado", justo después de rebozar cualquier otro alimento. Con estos dos alimentos "puedes hacer esta maravilla", aseguran las creadoras de este vídeo. Un plato que, por aquel entonces, formó parte de la vida de miles de personas en muchos pueblos y rincones de nuestro país.
Miembros de una misma familia preparan la comida en el campo en Zarauz, 1933
EL FAVORITO DE MUCHAS PERSONAS
Popularmente se conocen como "huevos tontos", aunque lo cierto es que en cada hogar reciben un nombre distinto. El proceso, eso sí, suele ser siempre el mismo: una mezcla rápida, una fritura breve y un resultado que gusta a todos.
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Hoy, esta preparación vuelve a muchas cocinas gracias a las redes sociales, que están rescatando recetas humildes como esta y devolviéndoles el protagonismo que un día tuvieron en la mesa.
Según Toñi y Lorena, esta forma de aprovechar sobras del rebozado es perfecta para no tirar nada. La preparación comienza mezclando los dos ingredientes sobrantes del rebozado: huevo y pan rallado. La cantidad no es exacta: se ajusta según la textura que se quiera conseguir. Si queda demasiado líquido, se añade más pan rallado; si está muy seco, unas gotas más de huevo. La masa -a la que se le puede añadir una pizca de sal y especias al gusto- debe quedar lo bastante firme como para poder darle forma sin que se deshaga.
El paso siguiente es formar croquetas con la masa. En el centro, se introduce un trozo de queso (en su caso, gouda). Cualquiera que se funda bien sirve, para conseguir un interior cremoso y sorprendente. Una vez formadas, se fríen en abundante aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes por fuera. También pueden prepararse en horno (180º durante 15 minutos) o en la freidora de aire (180º durante 10 minutos).
El resultado es una especie de croqueta con una textura que recuerda a la del rebozado tradicional, pero con un interior relleno de queso fundido que marca la diferencia. Ideal para un picoteo rápido o recurso como de última hora cuando no se quiere tirar nada.
DIVERSOS NOMBRES SEGÚN EL LUGAR
Esta receta ha despertado recuerdos en muchos usuarios de redes sociales. Los comentarios en el vídeo reflejan el arraigo popular de esta receta, conocida con distintos nombres según la zona o la familia.
Miembros de una familia sevillana disfrutan de una comida campestre, años 50
"Eso me lo hacía mi abuela cuando era pequeña, no recuerdo cómo lo llamaba, ¡pero tenía nombre!", comenta una usuaria. Otra añade: "Yo los llamo matahambre, sirven para ir picoteando mientras terminas de hacer la comida". En algunos hogares, la receta se prepara sin queso: "En mi casa siempre lo hemos hecho solo con el huevo y el pan que sobra; los llamamos panes ... Cuando veías los filetes empanados y no estaban los panes, no era lo mismo".
También se mantiene viva a través de generaciones: "Desde chica los como. Mi abuela se lo enseñó a mi madre y ahora soy yo la que se los hace a mis hijas", comparte otra seguidora. En algunas regiones incluso forman parte del cocido: "Sí los conozco. Donde vivo se llaman rellenos, y se preparan con la carne del cocido o para acompañarlo", explica otra usuaria.