Cualquiera que le guste el café seguramente sabe cómo funciona una cafetera italiana. Estas son las tradicionales de toda la vida que se ponen al fuego para hacer el café. A pesar de que las cafeteras automáticas, o las más modernas de cápsulas, están bastante extendidas en el mercado, todavía hay amantes del café que prefieren hacerlo como siempre. Además, últimamente han proliferado en las redes sociales tutoriales y vídeos para sacar el máximo partido a este tipo de cafeteras, que a veces tenemos olvidadas por casa. De todos modos, como es habitual, no hay que tomar al pie de la letra y seguir todos los consejos que encontramos por las redes, porque a veces puede ser poco recomendable.

¿Por qué no funciona con leche?

El truco que se ha viralizado es el que aconseja añadir leche en vez de agua en la parte baja de la cafetera, para así poder hacer directamente un café con leche en lugar de tener que añadirle la leche después al café solo. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha indicado que no es muy aconsejable esta moda, explicando los motivos por los que no se debe echar leche en una cafetera italiana.

Antes de nada, hay que tener en cuenta que la cafetera italiana está diseñada para preparar café con agua, que se infusiona a más de 100ºC de temperatura, entre 15 y 25 segundos. Todas las cafeteras italianas están formadas por tres partes: la inferior, donde se pone el agua y lleva la válvula de seguridad; la zona intermedia, con forma de embudo y un filtro que se llena con el café molido, y la superior, con una pipeta por la que sale el café ya preparado.

Su funcionamiento es bastante sencillo: cuando la cafetera se pone sobre el fuego, el agua de la parte inferior se calienta y empieza a hervir. La presión empuja el agua hacia arriba, pasando por el filtro donde se encuentra el café molido. Una vez que el agua hirviendo entra en contacto con el café, la presión en la zona intermedia de la cafetera va aumentando hasta que el agua no tiene más espacio y sube a la parte superior, ya hecho café.

¿Entonces qué pasa si cambiamos el agua por leche? La principal razón por la que no es muy buena idea añadir leche en la cafetera es que este ingrediente no reacciona de la misma manera que el agua a las altas temperaturas que alcanza la cafetera, según apunta la OCU. La leche tiene nata y minerales, lo que provoca la formación de burbujas con el calor, que pueden hacer desbordar la leche al hervir y, también, atascar el conducto de salida hacia la parte superior, haciendo que haya un exceso de presión. Igualmente, la OCU informa de que la leche podría obstruir la válvula de seguridad, lo que puede provocar que deje de funcionar correctamente a la hora de liberar ese exceso.

Usar leche en lugar de agua puede resultar peligroso pero, además, dejar un sabor amargo. La grasa de la leche se puede requemar y producir un sabor desagradable en el café. También será bastante más complicado limpiar los restos en comparación al hacer el cáfe con agua, de la manera tradicional.

Leche en la parte superior, una buena alternativa

En el caso de querer agregar leche, es recomendable hacerlo una vez que el café esté preparado. Pero si se quiere adelantar el proceso, lo que sí que se puede hacer es poner leche en la parte superior de la cafetera italiana. En este caso, no hay problema con la presión, pero hay que tener cuidado con la capacidad de ese depósito. Al subir el agua, la cantidad de líquido será la suma del volumen de agua inferior con la leche que se haya añadido en el depósito superior.

Y si lo que buscas es que la leche quede cremosa, una buena solución que proponen desde la OCU es usar una minibatidora de mano para espumar la leche. Primero calientas la leche, luego la viertes en una jarrita, o en la misma taza si es alta, y utilizas el batidor para obtener la espuma.