(Corrige el titular de la NA4394 por un error en el porcentaje)

Casi un 40 % de los médicos de familia no puede solicitar desde su consulta una densitometría, más de la mitad no tienen permitido pedir una electromiografía ni un TAC y la mayoría asegura tener restricciones para prescribir fármacos concretos, según recoge una encuesta de la sociedad médica Semergen.

Esta entidad, que agrupa a los médicos de familia, ha realizado una encuesta a 500 profesionales de distintas comunidades autónomas que revela las desigualdades entre las posibilidades que tienen a su alcance unos y otros médicos, algo que afecta de manera directa a sus pacientes.

Mientras que el 80 % de los pacientes podría ser citado para una colonoscopia o una endoscopia con una solicitud de su médico de familia, el 20 % restante tendría primero que pasar por la consulta de un médico especialista.

Lo mismo sucede con las ecografías: el 60 % tiene en su propio centro una máquina para realizarlas, mientras que el 40 por ciento restante no; en el caso de la espirometría y el doppler el porcentaje de los que la tienen sube al 70 % y casi todos pueden realizar un electrocardiograma, aunque hay un 2 % que no.

El 87 por ciento de los encuestados cree necesario que haya una historia clínica digital única en su comunidad autónoma y también en España.

Más de la mitad, además, considera que no tiene el tiempo adecuado para atender a sus pacientes y no ve razonables los tiempos de demora para acceder a su consulta.

De las respuestas se desprende que el acceso a prestaciones como la cirugía menor ambulatoria, los cuidados paliativos en Atención Primaria o la atención domiciliaria son diferentes o muy diferentes entre Comunidades y áreas de salud en un 38,1%, 27, 1% y 24,5% de los casos, respectivamente.

Con respecto a la coordinación entre los médicos de familia con otros especialistas y con otros escalones asistenciales, el 57,6% de los encuestados manifiesta tener bastantes o muchas dificultades para visualizar pruebas y diagnósticos de los pacientes de su cupo que lleva a cabo otro especialista.

Una cifra que se incrementa hasta el 59 % para pacientes de otras áreas de salud que acuden a su consulta y hasta el 81,2 % con pacientes de otras provincias que acuden a su centro.