Tres de los cuatro investigados por un brote de salmonelosis en el geriátrico Aragó de Barcelona, directivos del centro, han defendido su gestión y han declarado ante el juez instructor que atendieron todos los requerimientos de la administración con relación al brote por el que ocho ancianos murieron en 2022.

Para este lunes también estaba fijada la declaración de la doctora del centro, pero se ha pospuesto, y el miércoles declararán como testigos empleados del centro y trabajadores de Derechos Sociales, han explicado fuentes judiciales.

Este lunes también han declarado en calidad de testigos seis técnicos de la Agència de Salut Pública, que se han ratificado en los informes en los que expusieron que el brote afectó a unos 30 residentes.

En sus informes, los técnicos también alertaron de que el centro estaba en malas condiciones higiénicas, como han ratificado este lunes.

En el mismo sentido se expresaba la denuncia de Fiscalía, que considera que las malas condiciones higiénicas incluso meses después del brote presuntamente causaron las ocho muertes.